44

U

NIVERSIDAD

 R

AFAEL

 L

ANDÍVAR

V

ICERRECTORÍA

 

DE

 I

NVESTIGACIÓN

 

Y

 P

ROYECCIÓN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

«conversión de energía» (incremento de poder) que dicho control permite

8

Y esto es así, según Falla, porque la «lealtad total» que «el individuo le 
atribuye a su nueva unidad social es (…) 'desproporcionadamente mayor' 
que la base de poder que la unidad social controla y puede controlar»

9

.

«Desproporcionadamente mayor» hace referencia, por supuesto, a una 
realidad, cuya potencialidad es inconmensurable o está en «exceso» respecto 
a una base de poder que se supone disponible o calculable. Para ser más 
precisos, este exceso –que en Quiché rebelde recibe el nombre de «fe»– 
desborda toda forma actualizada y actualizable de poder social (formas de 
parentesco, partidos políticos, cooperativas, Acción Católica, innovaciones 
tecnológicas, etc.). Por esta razón, Falla conceptualiza esta desproporción 
como «potencial cultural no comprobable»

10

En la teoría de Adams, aunque las creencias se tipifican como formas de 
«potencial cultural» (es decir, realidades posibles imaginadas mentalmente)

11

las mismas mantienen una relación de correspondencia comprobable con 
las formas de poder social disponibles. Para decirlo de otra manera, es 
solamente cuando las creencias pueden ser corroboradas por los sujetos 
en sus medios sociales, que las mismas adquieren una realidad empírica y 
una relevancia social «experimentable» y comprobable. Debido a que la de 
Adams es una teoría evolutiva del poder que privilegia la conservación y 
el incremento/disminución de energía (termodinámica), y no a sí su puro 
gasto –como lo es la de Georges Bataille, por ejemplo

12

–, la noción de 

«exceso» o inconmensurabilidad parece no tener lugar.

Así, visto en términos de la relación violencia-poder, Quiché rebelde parece 
sugerir dos cosas que, si se sigue a Falla, no son ni equivalentes ni producen 
síntesis: por un lado, se concluye que el factor que determinaría la oclusión 
o clausura de la violencia letal es, de hecho, el poder. Por el otro, también se 
concluye que la conversión religiosa o disposición a perder la vida sustituye 
y se diferencia de manera radical de la disposición a matar (por eso la 

8

 ibid., 20.

9

 ibid., 50, énfasis mío.

10

 ibid., 54.

11

 Adams, 

Crucifixion by Power, 48.

12

 Véase a Georges Bataille, The Accursed Share. An Essay on General Economy (Nueva York: Zone 

Books, 1989).

45

J

UAN

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ARLOS

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DE

 

LA

 

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UNA

 

RELECTURA

 

DE

 

Q

UICHÉ

 

REBELDE

DE

 R

ICARDO

 F

ALLA

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

comparación con el trabajo de Nash resulta tan importante). Esta vacilación 
entre poder y fe, me parece, no solo es decisiva en Quiché rebelde, sino que 
permanece irresuelta. Y es hacia aquí a donde quiero dirigirme ahora.

Reconstruyendo los itinerarios de la fe: entre lo cognoscible y lo 

«infinitamente (…) sin nombre»

Como mencionamos anteriormente, Falla le otorga un rasgo de 
inconmensurabilidad a la lealtad total que el creyente atribuye a su nueva 
unidad social y fe, en este caso, Acción Católica. En este marco, las 
preguntas que Falla quiere contestar son: ¿por qué se originó el movimiento 
de conversión religiosa? y ¿por qué, en San Antonio Ilotenango, unos 
se convirtieron y otros resistieron la conversión?

13

. Habrá que repasar 

–como me propongo hacer a continuación– cómo se responden estas 
preguntas en Quiché rebelde, no sin antes insistir en que fueron estas las que 
permitieron llegar al «descubrimiento»

14

 de la característica de «'totalidad' 

en la adhesión» a la nueva creencia, es decir, la disposición a perder la vida 
del creyente. 

He enfatizado en la noción de «descubrimiento» porque, si bien es cierto 
que en las teorías que Falla utiliza –especialmente la de Victor Turner

15

–, 

la posibilidad de morir (en tanto muerte social), sí aparece como una parte 
del proceso ritual, la idea de «totalidad» y «disposición a dar la vida» para 
entender la conversión, es exclusiva de Falla. El descubrimiento parece 
ser empírico, aunque, como veremos más adelante, esta idea no solo 
tiene resonancias con la teoría de Turner, sino también con otras fuentes 
teológicas que se desarrollaron previo al o durante el Concilio Vaticano II

16

.

Para empezar, recordemos que en Quiché rebelde se sostiene que la 
recuperación demográfica que experimentaron varias comunidades del 

13

 Falla, 

Quiché rebelde, 19.

14

 ibid., 20.

15

 Victor Turner, The Ritual Process.

16

 En sentido estricto, estas fuentes teológicas –que Ricardo Falla no cita de manera directa 

en Quiché rebelde– no pueden ser atribuidas a la Teología de la Liberación latinoamericana. 

Me refiero a la teología de Pierre Rousselot y Karl Rahner. Para una lectura que insiste en 

la sobredeterminación de la Teología de la Liberación en el altiplano guatemalteco, véase a 

Yvon Le Bot, La guerra en tierras Mayas. Comunidad, violencia y modernidad en Guatemala (1970-1992) 

(México: FCE, 1997), 93.