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U
NIVERSIDAD
R
AFAEL
L
ANDÍVAR
V
ICERRECTORÍA
DE
I
NVESTIGACIÓN
Y
P
ROYECCIÓN
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
analítica
3
. Por el contrario, y es esto lo que espero probar a lo largo de
este texto, me parece que la posibilidad de la irrupción de la violencia
está ya inscrita, acechando como un espectro, en las observaciones
etnográficas de Quiché rebelde. Por eso mismo, las preocupaciones analíticas
que Falla encuentra en el trabajo de Nash deberían leerse como si estas
no fueran marginales. Dicho de otra forma, la relación entre violencia y
política estructura la obra, argumento que puede extenderse a los trabajos
subsecuentes de Falla. Pero, ¿cómo se inscriben los textos de Nash en
Quiché rebelde?
Quienes han leído detenidamente el libro, saben que para Falla se trata de
comparar el cambio social en dos comunidades que habían pasado por
transformaciones socioeconómicas similares en circunstancias históricas,
demográficas y ambientales parecidas, pero con resultados radicalmente
distintos; mientras que en San Antonio Ilotenango el cambio social habría
resultado en la conversión religiosa (de la «costumbre» a la Acción Católica).
En Amatenango del Valle dicho cambio habría derivado, como dijimos antes,
en una cauda de homicidios en contra de sus «curadores»
4
. Falla concluye
que lo que explica dicha diferencia radical son las formas de dominio y
derivación de poder extracomunitario (fundamentalmente el Estado) en
estas comunidades. Mientras Amatenango del Valle se encontraba bajo
un «dominio unitario» (un solo partido político, el PRI), que básicamente
oscilaba entre la indiferencia y la instrumentalización del poder local con
fines electorales nacionales, San Antonio Ilotenango se encontraba bajo
un «dominio múltiple» (varios partidos políticos y otras instituciones), en
3
De hecho, el trabajo de June Nash no formó parte del marco teórico que utilizó Falla en
Quiché rebelde, que como se sabe está guiado por la teoría del poder de Richard Adams
y por la antropología de Van Gennep y Victor Turner en su explicación del proceso ritual,
especialmente de los llamados ritos iniciáticos y sus etapas liminales. Además, el trabajo de Nash
tampoco formó parte de la exhaustiva bibliografía que Falla utilizó sobre trabajos empíricos
que se ocuparon de la conversión religiosa en Guatemala; Falla Quiché rebelde, 38-49. En este
sentido, véase: Richard Adams, «El poder: sus condiciones, evolución y estrategia», Estudios
Sociales Centroamericanos, núm. 4 (1973): 65-141; Crucifixion by Power. Essays on Guatemalan National
Social Structure, 1944-1966 (Austin: University of Texas Press, 1970), 30-116; Energy and Structure.
A Theory of Social Power (Austin: University of Texas Press, 1975), 3-93; Arnold Van Gennep,
The Rites of Passage (Chicago: University of Chicago Press, 1960); y Victor Turner, The Ritual
Process. Structure and Anti-Structure (Ithaca: Cornell University Press, 1977 [1969]), 94-130.
4
Falla,
Quiché rebelde, 539.
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J
UAN
C
ARLOS
M
AZARIEGOS
H
ACERSE
CARGO
DE
LA
VIDA
Y
DE
LA
MUERTE
:
HACIA
UNA
RELECTURA
DE
Q
UICHÉ
REBELDE
,
DE
R
ICARDO
F
ALLA
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
el contexto de un Estado débil, si se compara con el mexicano
5
. Así, los
miembros de Acción Católica en San Antonio Ilotenango fueron capaces
de derivar el poder extracomunitario, gracias a la posibilidad de disputar
el poder municipal –vía partidos políticos–, después de las reformas a la
Constitución en 1945.
De las conclusiones de Quiché rebelde puede deducirse que, aunque en
ambas comunidades hubo crisis estructural, solo en Amatenango del Valle
dicha crisis derivó en un vacío de poder, que luego dio paso a la violencia.
Pero, ¿se sostiene dicha conclusión? ¿Son aquellas formas de dominio y
derivación de poder que permiten una disputa sostenida entre adversarios
las que impiden la irrupción de la violencia letal? ¿O es la conversión misma
la que explica la ausencia de violencia?
Las preguntas importan por varias razones. La primera deriva de la
función puramente comparativa que el trabajo de June Nash cumple en
Quiché rebelde, pues Falla le otorga un carácter ejemplar a la diferencia
«violencia letal/conversión religiosa» para «ilustrar» el cambio social en
ambas comunidades. En otras palabras, lo que ocurrió en Amatenango del
Valle muestra de manera negativa (como su opuesto) lo que no ocurrió en
San Antonio Ilotenango. Segundo, como veremos más adelante, Falla es
categórico en señalar que la conversión religiosa, cuando esta ha ascendido
de manera total, es decir, cuando se ha convertido en «fe», se define por la
disposición del creyente a morir (a perder o dar la vida) por dicha fe
6
. Lo
que vemos en Amatenango del Valle, por el contrario, es una disposición
a matar a aquellos que ya no forman parte de y en las nuevas creencias
(suponiendo que las hay) –o cuyo lugar es radicalmente indeterminado–.
Finalmente, Falla parece otorgarle a la teoría del poder de Richard Adams la
última palabra para explicar las condiciones de posibilidad del movimiento
de conversión
7
, no obstante haber señalado antes que la adhesión total
de los conversos a su nueva creencia y unidad social (Acción Católica) no
podía reducirse al fenómeno del poder, es decir, al «control del medio» y a la
5
ibid., 540-541.
6
ibid., 20, 54, 535.
7
ibid., 540.