360
U
NIVERSIDAD
R
AFAEL
L
ANDÍVAR
V
ICERRECTORÍA
DE
I
NVESTIGACIÓN
Y
P
ROYECCIÓN
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
juventud indígena, ubicada por la sociedad cerca de lo más bajo de la escala
de aprecio. Ricardo está a favor de la juventud. Por eso tiene luz suficiente
para comprender a la juventud como llena de dudas e incertidumbre y
precisamente por eso como experimentadora, y escribiendo en ambas
facetas como una especie de parábola de la vida humana. Porque, ¿quién
que es no duda y quién que es no experimenta? Tal vez se encuentra aquí el
valor humanista de su estudio, su insobornable humanismo, que descubre
en la juventud indígena –aquella parte de nuestra población que más puede
transformarse hoy por el acceso al desarrollo humano– un don vital y unas
capacidades de renovación de la sociedad guatemalteca; cuya frustración
acarrearía consigo algo así como el triunfo de la desolación, la conversión
del presente lleno de esperanza en un futuro pandillero o marero, tributario
de una parte del planeta dominado por la violencia de los narconegocios,
una especie de narcoglobo.
Darle oportunidad a la juventud es una clave de la investigación de Falla. Es
una de las claves activas que enriquecen la teoría, es decir, la contemplación
profunda de las relaciones sociales cambiantes, con la preocupación de
la transformación social. Solo una juventud con oportunidades –parece
decir Falla– podrá alcanzar lo que él mismo llama la «madurez política», es
decir, el compromiso ciudadano que permita cambiar para mejorar a las
comunidades de Ixcán y a este país. Será un compromiso diferente del de
sus padres, muchos de los cuales se rebelaron contra la injusta desigualdad
de esta sociedad y resistieron civilmente bajo la selva o se refugiaron
en México. Será también diferente del compromiso de sus abuelos que
emigraron de tierra fría a la selva húmeda y caliente de Ixcán. Y eso lo
dice Falla, ya habitante de la tercera edad, que se autodenomina, con el
nombre mítico de aquel animal del Popol Vuh, «jabalí blanco», «jabalí del
cielo (…) blanco era su pelo (…) eran los rayos del sol», tal vez el mismo
sol y por eso viejo de verdad, que en el texto sagrado maya acepta, sin
embargo, junto con su anciana esposa, la humilde pizota, consejos de los
jóvenes héroes gemelos Hunahpú e Ixbalanqué. Como dice en otro lugar,
las crisis de la juventud y de la ancianidad son parecidas porque les suceden
a personas que, ambas, carecen ya de poder, las jóvenes porque todavía
«no ha(n) entrado al sistema de autoridad» y las ancianas «porque ya ha(n)
salido» de él. Es decir, en la falta de poder, en la debilidad, está la clave de
la empatía posible entre la ancianidad y la juventud.
361
J
UAN
H
ERNÁNDEZ
P
ICO
, S. J.
C
OMENTARIO
DEL
LIBRO
,
J
UVENTUD
DE
UNA
COMUNIDAD
MAYA
: I
XCÁN
, G
UATEMALA
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
Figura 1. Pastoral juvenil de adolescentes en el río Chixoy.
Fotografía de José Luis González, S. J., Ixcán, 2005.