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NIVERSIDAD
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ANDÍVAR
V
ICERRECTORÍA
DE
I
NVESTIGACIÓN
Y
P
ROYECCIÓN
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
procesos y las oportunidades globales que ofrecen un camino para escapar
de la pobreza, y son rechazados por estos. Muchas de las experiencias de
los jóvenes migrantes demuestran, por medio de la migración pendular y
el «retorno voluntario permanente», que parte del capital social acumulado
en el norte puede crear oportunidades una vez estén «de vuelta en casa»,
por vía de proyectos individuales de desarrollo económico, en la mayoría
de los casos (véase, por ejemplo, el caso de Epitacio en Yalambojoch).
Sin embargo, como propone Angelina (también en Yalambojoch), si su
plan de producción de pollos da resultado para su familia, ella piensa
extenderlo a otras mujeres en la comunidad.
En su libro sobre los jóvenes de Pueblo Nuevo, Falla concluye con una
discusión de cuatro «identidades en formación», en los ámbitos local,
nacional e internacional, que se definen al menos parcialmente con relación
al trabajo, el cual incluye la formación educativa para el trabajo, y con su
ausencia, es decir, con el desempleo. Como se sugiere anteriormente,
estas no son casillas estáticas en las cuales los jóvenes se posicionan o
son posicionados, sino más bien procesos que interactúan, que se
forman como individuos, familias y comunidades que toman decisiones
complejas, estableciendo nuevas relaciones y manteniendo, sosteniendo
o transformando los vínculos anteriores o actuales. Una de las múltiples
«identidades en transición», que a menudo viene acompañada de cambios
en la familia y la comunidad, se manifiesta en el protagonismo de las
mujeres mayas, cuyas vidas se narran a través de estos cuatro tomos.
La migración marcada por el género
Al igual que la migración, el género no es una categoría descriptiva
y objetiva, sino una herramienta analítica utilizada para nombrar las
posiciones de poder construidas interdependientemente por las relaciones
sociales, económicas y políticas, incluyendo aquellas relacionadas con
construcciones de no-pertenencia y producciones culturales. Si bien estas
relaciones de poder producen experiencias de opresión, los protagonistas
se resisten activamente a ellas mediante el discurso y la acción. Los jóvenes,
hombres y mujeres, y los adultos jóvenes lo hacen de diversas formas,
algunas de las cuales nos ayudan a complejizar nuestra comprensión de
cómo la migración ha sido marcada por el género.
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M. B
RINTON
L
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DENTIDADES
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JÓVENES
MAYAS
MIGRANTES
TRANSNACIONALES
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HUMANO
Y
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...
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
La comprensión de lo anterior ha sido definida en gran parte por las
investigaciones estadounidenses del siglo XXI en las cuales se reportan
indicadores cuantitativos de crecimiento en el número de mujeres migrantes
–al menos en este continente–, y así se afirma que la migración está cada
vez más marcada por el género. Al escribir sobre mujeres guatemaltecas, es
muy frecuente que los autores del norte se centren en las abuelas, llamadas
«otras mamás», o en la «crianza secundaria», es decir, en aquellas mujeres
que cuidan a los niños que se «quedan atrás» cuando los hombres y las
mujeres viajan hacia el norte
13
, y también, más recientemente, en las miles
de mujeres de Guatemala, El Salvador y Honduras que cruzan la frontera
con hijas e hijos pequeños.
Así, la migración por razones de género se explica casi exclusivamente
por medio de la vida de las jóvenes que transforman lentamente la vida
familiar y comunitaria, y esta explicación se centra primordialmente en su
protagonismo en los países de destino y en el renovado papel de la mujer
que asumen sus madres y las madres de sus parejas, principalmente dentro
de la familia. Falla dirige su interés antropológico hacia otro grupo, es decir,
hacia el pequeño pero creciente número de mujeres mayas que regresan
voluntariamente, y documenta sus contribuciones potenciales y reales al
futuro de Guatemala. María proviene de una aldea de Zacualpa a la cual
tuvo que volver a su regreso a Guatemala, mientras que Angelina era la
única mujer entre los treinta y dos retornados voluntarios de Yalambojoch.
Más adelante volveremos a hablar de la facilidad con que se conectaron.
Estas dos mujeres mayas retornadas, así como Alicia, una joven madre
soltera de Pueblo Nuevo que regresó de México, narraron experiencias y
decisiones sobre migración que estaban profundamente marcadas por el
cuidado de sus hijos y por sus compañeros de vida en dos de los casos. Una
de las virtudes de la investigación y la escritura de Falla es su inmersión sin
esfuerzo aparente en las especificidades de la decisión de sus informantes
de viajar entre los dos países (México-Guatemala o Guatemala-Estados
13
Michelle Moran-Taylor, «When mothers and fathers migrate north: Caretakers, children, and
child rearing in Guatemala», Latin American Perspectives 35, núm. 4 (2008): 79-95; Cecilia Menjívar
y Leisy Abrego, «Parents and children across borders: Legal instability and intergenerational
relations in Guatemalan and Salvadoran families», en Across Generations: Immigrant Families in
America, ed. por Nancy Poner (Nueva York: New York University Press, 2009), 160-189.