304
U
NIVERSIDAD
R
AFAEL
L
ANDÍVAR
V
ICERRECTORÍA
DE
I
NVESTIGACIÓN
Y
P
ROYECCIÓN
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
y la comunicadora social y educadora popular, Isabel Vinent
10
– para
levantar un diagnóstico de los cinco programas de la Pastoral. Asesorando
el desarrollo de los instrumentos del diagnóstico, nos encargó llegar al
corazón del pueblo y preguntar cuál era su experiencia con los programas y
construir una propuesta de reestructuración de la Pastoral Social para que
fuera más efectiva y fiel a las necesidades y anhelos de la población rural
y periurbana de la parroquia. Entendería después que, en este proceso
de diagnóstico, Ricardo nos entrenó en el uso de las mismas técnicas de
investigación: encuesta, entrevistas de historia de vida y etnomapeo, que
ensayaríamos en los talleres de investigación sobre la mujer hondureña
(retazo cuatro), pero también nos motivaba a mejorar los instrumentos,
pensar profundamente y sentir la libertad de lanzar propuestas audaces
frente a lo que descubríamos.
Al final, coincidimos muy poco tiempo en Tocoa pues le tocó viajar
desde que llegué en 1994, y se fue en 1995 al nomás regresar de la 34
Congregación General
11
. El padre Ismael Moreno regresó como párroco,
Francisco (Paco) Iznardo, S. J., asumió la Pastoral de Acompañamiento en
Ixcán y Ricardo llegó como director del Equipo de Reflexión, Investigación
y Proyección (ERIC) en El Progreso
12
. Sin embargo, Ricardo también
logró guiarme en mi tarea principal: revivir la Pastoral Social de la Mujer
con el mismo balance de acompañamiento y libertad que había dado al
equipo INFA y al diagnóstico de la Pastoral Social. Lo hizo con cuatro
palabras: «escucha a las mujeres». Quiso que yo entendiera que el proceso
de arrancar de nuevo la Pastoral Social de la Mujer no podía nacer de mi
10
De nuevo, Ricardo, al sembrar la semilla del tríptico cultiva doctores: cada uno después de haber
salido de Tocoa iba a España para cumplir sus doctorados. Incluyéndome, el contacto con él
estimuló la producción de seis doctores solo en Tocoa.
11
La Congregación General es la autoridad máxima de la Compañía de Jesús, elige al general de la
Compañía y emite decretos que marcan la orientación apostólica hasta la próxima Congregación.
Dos terceras partes de la Congregación son eligidas por sus bases, una tercera parte asiste para
ser nombrada por el general como provinciales o asistentes internacionales. Cada tres años
se realiza una reunión internacional (Congregación de Procuradores) para decidir si compete
llamar a una Congregación General. Ricardo fue elegido por la base en 1995 para representar a
la Provincia Centroamericana.
12
Desde los ojos de los cuatro laicos que formamos una comuna que llamábamos el conventillo
en Tocoa, este cambio de piezas nos pareció de lo más injusto. No queríamos perder a Ricardo,
quien nos había despertado la sed de investigar, analizar y proponer. Transferíamos nuestro
dolor a él, a Melo y a las CPR. Nos preguntábamos, ¿cómo pueden (los jesuitas) arrancar a
Ricardo de nuevo?, ¿cómo pueden arrancar a Melo de las CPR cuando ya se había ganado el
cariño y la confianza de la gente?, ¿cómo pueden cambiar al personal en Ixcán de nuevo?
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J
ENNIFER
J. C
ASOLO
R
ICARDO
F
ALLA
,
UN
PRISMA
AL
TRÍPTICO
DE
SU
VIDA
:
HACIA
EL
CORAZÓN
DE
LAS
MUJERES
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
cabeza, sino que las estrategias de formación e incidencia tenían que ser
fruto de mi propia investigación –una investigación que pudiera llegar al
corazón de las distintas mujeres de la parroquia y responder desde allí–.
Son estas cuatro palabras las que habían orientado la invitación que Ricardo
me había hecho, ya que dos mujeres delegadas de la Palabra, le habían
encargado «encontrar a alguien que trabajara con las mujeres». Y son esas
cuatro palabras las que definirían un prisma de su propia praxis en los
próximos años, una praxis que realizaba desde su rol de director del ERIC,
y a la cual me invitó a acompañar en lo que era el taller (talleres) sobre la
mujer hondureña.
Escuchando a las mujeres: desde la selva, a Tocoa, a Roma,
a Beijing
Sitúo el giro en su tríptico y su decisión de abrirse a la investigación
desde el «escuchar a las mujeres» para ir «hacia sus corazones», en el arco
del cambio de las luchas revolucionarias hacia los nuevos movimientos
sociales en Centroamérica de los años noventa
13
, cuando realmente «las
cosas estaban cambiando». A finales de 1989, se vivió la caída del muro
de Berlín, el socialismo empezó a repensarse y Francis Fukyama propuso
equivocamente el fin de la historia
14
. Los años noventa nos estaban
obligando a todos y a todas las que habíamos caminado con las luchas
de liberación en Centroamérica en los ochenta, a repensar el pasado: a
repasar nuestros errores de análisis y praxis, a cuestionar las opresiones
múltiples reproducidas desde ópticas limitadas de liberación, y para las
inspiradas y los inspirados por la fe, a releer «Los “signos de los tiempos”
en la Teología de la liberación», Teología y vida
15
. Tuvimos que navegar
las llamadas aperturas democráticas e indagar el neoliberalismo en sus
múltiples disfraces que iban cambiando el vivir cotidiano, económico y
13
Sonia E. Alvarez, Evelina D’agnino y Arturo Escobar, Culture of Politics, Politics of Cultures
(Boulder: Westview Press, 1998).
14
Francis Fukuyama, «The end of history?», The national interest 16, (1989): 3-18.
15
Los «signos de los tiempos» se refiere a la opción plasmada en el Concilio Vaticano II «que
pone a la Iglesia a la escucha de la voz de Dios en la historia (…) representan un modo
de ubicarse en su propio mundo latinoamericano en busca de la presencia y de la voluntad
de Dios». En 1980, entendíamos «que sería el “signo de los tiempos” en América Latina, la
irrupción de los pobres»; Jorge Costadoat, S. J., «Los “signos de los tiempos” en la Teología de
la liberación», Teología y vida 73, (2007): 399-412.