216

U

NIVERSIDAD

 R

AFAEL

 L

ANDÍVAR

V

ICERRECTORÍA

 

DE

 I

NVESTIGACIÓN

 

Y

 P

ROYECCIÓN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

más fuerte que la religiosa»

40

. Y aunque el padre Bill Woods –apodado «el 

Padre Bravo»

41

– «tendía a hacer permanente su influjo»

42

, los cooperativistas, 

que al principio iban «detrás de él como muditos»

43

, pronto tuvieron su 

propia palabra y solicitaron la carretera, contraviniendo el consejo del 
padre Woods

44

. Llegaron al extremo de hablarle duro a los obispos, que los 

tenían por guerrilleros

45

, y un sector de ellos se rebeló abiertamente contra 

los dictámenes del párroco, a pesar de que oponerse «al padre Woods, 
era como oponerse a la Iglesia católica». La reducción de la brecha, entre 
discursos públicos y ocultos, apuntaba a un mayor empoderamiento de los 
ixcanecos y a un debilitamiento del tradicional verticalismo. Otro indicio 
de que las jerarquías estaban tambaleándose, lo tenemos en los orígenes 
del evangelismo en Ixcán, fruto de una insubordinación: la de quienes se 
convirtieron a esa confesión, para librarse del dominio de un sacerdote 
quien les negaba los servicios religiosos con el fin de castigar su desacato

46

.

Un momento culmen de la inusitada parresía, la autonomía y la concomitante 
emancipación, ocurrió cuando no reportaron al Ejército las actividades del 
comité del ganado y, un hombre de San Mateo Ixtatán sostuvo –al ser 
interpelado por el teniente de los acantonados en Ixcán–, que no debían 
rendir cuentas a los militares «porque tenemos autoridad en la cooperativa 
y esto no es militar». Haciendo notar que no pasaba por alto la provocación 
que entrañaba esa respuesta, el teniente ripostó: «Sos un poco alzado»

47

Otro informante recuerda: «ansí (sic) es como entró más odio del gobierno, 
porque la misma cooperativa ya manejaba su cooperativa (…) por eso 
decían que el Ixcán es una Cuba chiquita, por manejar la cooperativa a sí 
misma»

48

. Otro momento culmen de esa voluntad de autogobierno fue la 

resistencia de los cooperativistas a que Ixcán se convirtiera en municipio, 
pues barruntaron que era un intento de «supeditar a la cooperativa bajo la 
estructura político-administrativa del gobierno»

49

. Nada desdeñable, como 

40

 ibid., 169.

41

 ibid., 170.

42

 ibid., 170.

43

 ibid., 115.

44

 ibid., 118.

45

 ibid., 172.

46

 ibid., 199.

47

 ibid., 119.

48

 ibid., 126.

49

 ibid., 132.

217

J

OSÉ

 L

UIS

 R

OCHA

L

A

 

POLÍTICA

 

DE

 

LA

 

GENTE

 

SIN

 

POLÍTICA

 

EN

 I

XCÁN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

ejercicio de autonomía, fue el hecho de arrebatar y retener las armas de 
una patrulla de la Policía Militar Ambulante

50

. De este recorrido se infiere 

una transición de muditos, a alzados; de sometimiento, a la convicción de 
haber formado un gobierno que gozaba de cierto margen de autonomía. 
También habían pasado del discurso oculto, al discurso público, que puede 
tener incidencia política de forma más abierta. Dejaron los actos furtivos 
de sabotaje, como meter piedras en los sacos, y se aproximaron a ser 
parresiastés percibidos como un poco alzados.

Los conflictos entre socios, y el malestar que generaba la distribución de 
cargos (quiénes iban a la capital) y de bienes (compra de ganado), también 
pueden leerse como un vacío de autoridad: el viejo orden había caído con la 
fragmentación del minifundio y había sido dejado atrás, en las comunidades 
de origen. La organización en cinco cooperativas fue una fuente de 
autoridad, pero era una plataforma intrínsecamente excluyente, porque no 
podía absorber a todos los recién llegados

51

 y, deliberadamente, excluía de 

los cargos directivos a los evangélicos

52

. Por eso mismo, no tenía la autoridad 

–el fuero del poder– para que sus acciones fueran incuestionables. Los 
informantes mencionan una sustitución parcial –y quizás insuficiente– de 
las viejas autoridades, por poderes equivalentes, como en el caso de los 
regidores que «eran la réplica de los alguaciles de los pueblos del altiplano»

53

.

Hubo un intento de reproducir la estructura piramidal de mando de 
la que venían, tomando a la cooperativa, como pivote de la autoridad, 
«una organización propia en la que el Estado no tenía que meterse»

54

. La 

cooperativa asumió funciones municipales (asignaba parcelas vacantes al 
uso comunal), del INTA (distribuía parcelas entre los socios), mercantiles-
bancarias (recibía el pago de las parcelas y entregaba anticipos por las 
cosechas) y jurídico-policiales; pues podía expulsar, no solo de la cooperativa, 
sino del territorio bajo su jurisdicción, a quienes cometían delitos graves

55

La disfuncionalidad del poder era atizada por la creciente presencia e 
influjo de elementos externos; pero también, por la gradual transición 

50

 ibid., 173.

51

 O solo podían absorberlos en las actividades para las que dieran aportaciones.

52

 Falla, 

Ixcán: el campesino indígena se levanta, 200.

53

 ibid., 128.

54

 ibid., 126.

55

 ibid., 124.