La obra sincrética de un antropólogo de Quauhtlemallan

66

En la introducción del volumen tres

67

 y en la introducción general de la 

obra, Falla asevera que los lectores encontrarán en sus escritos: 

(…) una combinación de dos perspectivas. Son dos perspectivas contrapuestas, 
pero que no se cancelan mutuamente, aunque a veces eso podría parecer, sino 
que se iluminan. Una es la del antropólogo (científico social) y la otra es la del 
hombre de fe. Según la primera, el hecho social y religioso se contempla como 
algo autónomo, como si Dios no existiera. Según la segunda, todo el mundo, 
no solo las expresiones de creencias, ritos y prácticas impulsadoras por motivos 
transcendentes está transido de una presencia activa que le da el sentido de un más 
allá a la vida

68

.

En este sentido, Falla reúne los dos hilos tensionados de la teoría crítica 
moderna: primero, que obra sin consideraciones éticas y segundo, que 
afirma que no hay ciencia crítica sin tomar en cuenta el posicionamiento 
ético. Si no se entiende a cabalidad cómo Ricardo une y enriquece 
sincréticamente esta tensión de la teoría crítica en su obra de investigación-
formación-incidencia, el lector de toda las serie de sus escritos no podrá 
captar el significado de este enorme esfuerzo, al atardecer de su vida.

Fe y ciencia para comprender la inhumanidad de la guerra y los 

debates sobre insurrección o preinsurrección

Para ilustrar que no hay fe y no hay ciencia en la obra de Falla, sino un 
sincretismo en el que las perspectivas desaparecen y se metamorfosean como 
un gusano en una mariposa, retomo el debate entre Juan Carlos Mazariegos 
y Ricardo Falla sobre la guerra. Mazariegos criticó el posicionamiento de 
Falla que «la guerra deshumaniza» y presenta la tesis que «la guerra es 
humanizadora (…) que la violencia es demasiada humana»

69

. Ese debate 

denota la importancia de la afirmación hecha en el tríptico de la vida de 
Falla de que no hay investigación crítica sin formación y sin incidencia. 
Mazariegos intenta justificar la opción del EGP sobre la guerra como 

66

 La etimología náhuatl del nombre Guatemala remite a la profunda interetnicidad de esta nación.

67

 Falla, 

Ixcán: el campesino indígena se levanta, 1-3.

68

 ibid., xvii.

69

 Ricardo Falla y Juan Carlos Mazariegos, Conversatorio, Filgua, 4 de agosto de 2015, https://

www.youtube.com/watch?v=X0BXieMYAnE

172

U

NIVERSIDAD

 R

AFAEL

 L

ANDÍVAR

V

ICERRECTORÍA

 

DE

 I

NVESTIGACIÓN

 

Y

 P

ROYECCIÓN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

semillero de vida, posición ética que Falla mismo asumió como jesuita 
desde la teoría católica de la «guerra justa». Es decir, Mazariegos y Falla 
comparten la misma posición ética, con la única diferencia que Falla puso 
su vida en riesgo, durante una década, al vivir el posicionamiento ético. Los 
dos asumen la posición del EGP. No obstante, en el debate, Mazariegos 
parece ciego al sincretismo de Falla. El punto de Falla no es un sí o un 
no, sino una incidencia para «humanizar la guerra deshumanizante», como 
vimos en su investigación de la guerra en Jinotega, Nicaragua (como se 
indicó anteriormente). 

La incidencia intelectual de Falla es el «epicentro» de su metodología 
teórica, el tríptico de su vida; tanto en los foros internacionales como el 
Tribunal de los Pueblos en Madrid, a principios de 1983, al ser Falla el 
primer científico guatemalteco en denunciar el genocidio con su ponencia 
«Genocidio en Guatemala»

70

; como en su labor dentro del EGP que en el 

tercer volumen de sus escritos testimonia.

Para Falla, su llamado ético de humanizar la guerra, encerraba análisis 
y recomendaciones de estrategia política-militar, surgidas del cálculo 
científico y de una lectura de la guerra. Su comentario sobre el escrito del 
tercer volumen hecho, hace más de treinta años, es el siguiente:

En esos momentos no se prevé la solución política. El triunfalismo que había 
estallado a fines de 1981, como se puede ver en este volumen, no había desaparecido 
por completo. Se pensaba que la vida bajo la montaña no duraría mucho tiempo más. 
Esa misma perspectiva se expresaba en la aprobación que ahora vemos equivocada 
de ciertos procederes de la guerra popular revolucionaria, como la ejecución de 
espías de la población civil. En este punto especial, el análisis dentro del texto 
demuestra cómo el resultado de esas formas de lucha fue políticamente contraproducente, 
no solo éticamente cuestionable, pues fue un factor que propiciaba las masacres indiscriminadas.

Es notable que, a propósito del tema de los «ajusticiamientos», durante el tiempo 
que duró la vida en la montaña de la población en resistencia [período de las CPR], 
la guerrilla no llevó a cabo ni un solo ajusticiamiento en el seno de dicha población 
(…) La lucha en este terreno y período se humanizó, aunque de parte el Ejército 
seguían habiendo ataques indiscriminados a la población civil

71

.

70

 Ricardo Falla, «Genocidio en Guatemala», en Tribunal Permanente de los Pueblos, Sesión Guatemala, 

Madrid 27-31 de enero de 1983 (Madrid: Iepala, 1984).

71

 Falla, 

Ixcán: el campesino indígena se levanta, xxvii; itálicas mías. 

173

P

EDRO

 E

MILIO

 M

ARCHETTI

R

ICARDO

 F

ALLA

, S. J. 

EL

 

DETALLE

 

DEL

 

TRÍPTICO

 

DE

 

SU

 

VIDA

INVESTIGACIÓN

FORMACIÓN

 

E

 

INCIDENCIA

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.