investigación, obra de los comités y las comisiones de las CPR. La edición 
del informe fue responsabilidad de Ricardo y mía. La producción escrita del 
informe pretendía convencer al EGP-Ixcán y a las instancias nacionales del 
EGP. El mismo proceso de investigación y reflexión de los indígenas fue 
más importante que lo escrito para consolidar y consensuar la incidencia 
del CPI sobre el EGP. 

Aquí se ofrecen, de manera introductoria a la publicación, algunos 
elementos para entender mejor el informe de la investigación de los 
comités y las comisiones de las CPR hasta ahora secreto. La primera parte 
del documento nos da una visión del funcionamiento del poder popular 
en las CPR-Ixcán, en el que la población dedicó 46 % de su tiempo a las 
tareas de autodefensa y a su organización política indígena, el 37 % a la 
producción, el 12 % a las necesidades sociales, y el 12 % a visitas a México 
para ver familiares y vender su producción. Los profesores y enfermeros 
dedicaban, más de dos terceras partes de su tiempo a sus responsabilidades 
en los programas sociales. 

Las CPR eran una sociedad completa y lograron con el poder popular, no 
solo superar el hambre de los años 1983-88, sino desarrollar y coordinar 
todas las otras esferas de la vida. Ese tránsito, por razones de defensa, incluyó 
unificar los pequeños campamentos de familias, extendidas en seis sectores 
organizadas por el CPI a insistencia del EGP. «El rasgo más característico 
en las CPR, su olor particular, es la participación popular y la igualdad»

34

Este proceso se basa en las culturas ancestrales de los pueblos K’iche’, Mam
Q’eqchi’ Ixil, cuyo rasgo distintivo es lo asambleario, que requiere mucho 
más tiempo que las formas más verticales del gobierno occidental. Una 
tercera parte del 46 % del tiempo dedicado a la autodefensa y organización 
política fue dedicado a reuniones para la discusión de su autogobierno.

 

Los colectivos están dirigidos por sus asambleas y reuniones generales. Los 
responsables, comités y miembros de las comisiones muestran un gran respeto 
a las bases de la CPR (…) La unidad, honestidad, justicias y cariño de la vida 
colectiva aquí hace de la CPR uno de los lugares más alegres de Centroamérica. Es 
un privilegio vivir en las CPR

35

.

34

 ibid., 4.

35

 ibid.

156

U

NIVERSIDAD

 R

AFAEL

 L

ANDÍVAR

V

ICERRECTORÍA

 

DE

 I

NVESTIGACIÓN

 

Y

 P

ROYECCIÓN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

De todo el valor repartido por las CPR, solo un 16 % provenía de 
la cooperación internacional; se trataba, básicamente, de bienes 
industrializados importados de México. El éxito de las fuerzas combinadas 
de organización guerrillera y del gobierno indígena contrasta con la 
cooperación internacional después de los Acuerdos de Paz, cuando se 
gastó sesenta y dos mil millones de quetzales hasta 2006, con escasísima 
sostenibilidad, y dejó poca organización detrás. La cercanía entre las CPR 
y el EGP, aun con los roces y tropiezos interculturales, permitió que el 
flujo de recursos externos se convirtiera en los subsidios inteligentes, con 
más eficiencia y eficacia que cualquier otra experiencia de cooperación 
externa en el agro guatemalteco.

Durante el tiempo de hambre (1983-88), toda la producción era indígena 
e individual, con una forma colectiva y recíproca de «mano vuelta», en la 
que las familias extendidas compartían la siembra y otras tareas al trabajar 
conjuntamente en las parcelas individuales. La producción tradicional se 
hacía con poco o ningún uso de tecnologías de la revolución verde. Más 
bien, ocuparon toda su sabiduría de prácticas tradicionales mayas, semillas 
criollas, milpas (maíz), ayote y frijol; con una variedad de plantas en los 
pequeños campamentos de familias extendidas. 

La autodefensa y los sistemas de seguridad, en tres círculos concéntricos, 
obligaba a la concentración de estos pequeños campamentos de resistencia 
en seis sectores. Se instalaron formas de producción colectiva que eran 
responsabilidad de los seis nuevos y más grandes sectores de población 
y de producción. En cada sector se permitió la producción tradicional 
individual, más diversificada, en pequeñas parcelas de media manzana por 
familia escondida en la selva («las chascadas»). La producción colectiva 
tuvo un promedio de más de dos manzanas por familia. 

Mundialmente, la producción individual campesina ha demostrado ser 
más eficiente y más diversificada que los intentos urbanos de organizar 
la producción en formas colectivas de producción. Desde nuestras 
experiencias en las reformas agrarias en Chile y Nicaragua, y ahora en las 
CPR, Ricardo y yo sabíamos esto; pero las familias de las CPR conocieron 
esta realidad más profundamente en carne propia. Además, en las ofensivas, 
el ejército encontró más fácil y menos riesgoso para sus vidas eliminar 
la producción colectiva, enviar a los soldados a machetear las siembras 

157

P

EDRO

 E

MILIO

 M

ARCHETTI

R

ICARDO

 F

ALLA

, S. J. 

EL

 

DETALLE

 

DEL

 

TRÍPTICO

 

DE

 

SU

 

VIDA

INVESTIGACIÓN

FORMACIÓN

 

E

 

INCIDENCIA

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.