pequeños productores, el campesinado y los obreros agrícolas –un choque 
con raíces en los errores tácticos y estratégicos del liderazgo sandinista–.

En la madrugada de julio de 1980, en el primer aniversario de la 
Revolución, la Dirección Nacional del FSLN tomó la decisión trágica 
de parar la reforma agraria, excluyendo de la expropiación a todos los 
latifundistas no directamente vinculados políticamente con el somocismo. 
La reforma agraria profunda tocó más del 40 % de la tierra en fincas. Se 
detuvo el proceso de la reforma sobre la tenencia de la tierra en menos 
de un 10 %. La Dirección Nacional tomó esa decisión por  el temor a 
romper su alianza con la burguesía agraria y los grandes finqueros, y 
por su miedo de que una reforma agraria profunda provocase una mayor 
agresión de los Estados Unidos. Después de esa decisión, me dediqué a un 
activismo con las organizaciones sandinistas populares de la Asociación 
de Trabajadores del Campo (ATC) y la Unión Nacional de Agricultores y 
Ganaderos (UNAG), para difundir una idea muy esquemática de las clases 
sociales y de la distribución de la tierra en cada municipio del país. Al mismo 
tiempo, Ricardo profundizó en su análisis de las clases sociales mediante 
una investigación aún más profunda sobre los orígenes y dinámicas de la 
contrarrevolución en el departamento de Jinotega.

No tengo idea por qué Ricardo no publicó al menos fragmentos de este 
estudio en sus escritos, pues considero esta investigación como una de 
las mejores de su vida. Claro, solo se puede entender la brillantez de esta 
investigación si se han vivido los procesos de incidencia para cambiar la 
política militar, agraria y comercial sandinista en el primer quinquenio 
de los años ochenta. Los sandinistas confiaban exclusivamente en su 
política militar y su alianza con la burguesía no somocista para enfrentar la 
contrarrevolución.

El objetivo de su estudio y la comparación de dos bandas 
contrarrevolucionarias,  la banda de «Dimas» y la banda de «Pocoyo»

13

 en 

las montañas de Jinotega, era:

13

 Las dos bandas operaron en territorios contiguos. La banda de Dimas tenía sus orígenes en el 

apoyo de exguardias somocistas, mientras que la banda de Pocoyo tenía más influencias de los 

políticos de oposición al sandinismo; Falla La banda contrarrevolucionaria..., 8 y 39.

142

U

NIVERSIDAD

 R

AFAEL

 L

ANDÍVAR

V

ICERRECTORÍA

 

DE

 I

NVESTIGACIÓN

 

Y

 P

ROYECCIÓN

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.

Lograr la caracterización de las bandas contrarrevolucionarias, de analizar las causas 
de su surgimiento y crecimiento y de poner algunas formas de contrarrestarlas 
desde el ángulo económico, social, político e ideológico, como alternativas a las 
acciones directamente militares

14

.

En sus conclusiones, insta a reconocer «la causa institucional» [en las mismas 
prácticas sandinistas] «para el caldo de cultivo necesario para el nacimiento 
de las bandas»

15

. Falla caracteriza a las bandas por su «marginación propia 

en la sociedad» y su aparición como una sociedad alternativa para sus 
integrantes. «En el combate con el FSLN, esos muchachos [miembros de 
las bandas] eran héroes. De repente no son nadie»

16

. Acerca de las causas 

últimas del surgimiento de las bandas, Falla asevera:

Podemos resumir en pocas palabras que el surgimiento de las bandas se debe 
a la conjunción de dos factores principales. El primero es la desintegración de 
excombatientes [Sandinistas] del proceso revolucionario y el segundo es el apoyo 
de zonas de burguesía contrarrevolucionaria, como se ha mostrado es la de la 
pequeña, mediana y gran caficultura. Lo que hemos pretendido sostener aquí es que 
la dinámica fundamental de la banda se especifica por el segundo factor y no por 
el primero. Las bandas son un ejército incipiente. Su dinámica no está determinada 
por los intereses de sus miembros, como puede ser lograr tierra o dinero, sino 
por aquellos a quienes sirve, esto es, por aquellos (…) la Guardia Somocista, 
una organización clandestina, Fuerzas Armadas Democráticas, ganaderos de la 
Federación de Ganaderos de Nicaragua, burguesía cafetalera, y contactos con la 
Embajada de Estados Unidos que los apoyan, con dinero, armas, comida, etc.

17

.

Ricardo fue sensible, antes que la mayoría de nosotros, a las fisuras en 
la estrategia sandinista en el agro. En enero de 1980, Angélica Fauné, 
Eduardo Baumeister y yo estuvimos preparando la Campaña Nacional de 
Alfabetización (CNA). Cuando viajábamos en un vehículo militar, fuimos 
capturados por una banda de excombatientes sandinistas, cuyo rechazo 
a la revolución no era completo ni cristalizado. Logré convencerlos que 
nuestro objetivo no era solo la CNA sino quitar las tierras a los ricos para los 
campesinos., mostrándoles la copia de una invitación a la casa del ministro 
de Agricultura. Un miembro de la banda, que apenas podía leer, después de 
pasar un tiempo largo con la hoja, dijo: «Sí, conozco a Wheelock, déjalos ir». 

14

 ibid., 1.

15

 ibid., 69.

16

 ibid., 68 y 74.

17

 ibid., 2-4 y 74.

143

P

EDRO

 E

MILIO

 M

ARCHETTI

R

ICARDO

 F

ALLA

, S. J. 

EL

 

DETALLE

 

DEL

 

TRÍPTICO

 

DE

 

SU

 

VIDA

INVESTIGACIÓN

FORMACIÓN

 

E

 

INCIDENCIA

Entrega especial Ricardo Falla, S. J.