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U
NIVERSIDAD
R
AFAEL
L
ANDÍVAR
V
ICERRECTORÍA
DE
I
NVESTIGACIÓN
Y
P
ROYECCIÓN
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
social y muy críticos hacia la jerarquía tradicional, la Conferencia de
Sacerdotes de Guatemala (Cosdegua), en donde se hizo notar el sacerdote
José María Luis Furlán «padre Chemita». Simbólicamente, en su vía principal
está «el muñecón», el monumento al trabajo, punto de encuentro de los
trabajadores y movimientos sociales, seña imborrable aunque desgastada de
las conquistas de la Revolución de Octubre de 1944. Fue erigido en 1931
con los primeros diseños urbanísticos de la ciudad.
¿Cuál era el fondo y la esencia de esta experiencia, que perturbó tanto a
propios como a extraños? Es decir, qué preocupó a instituciones de la
propia Compañía de Jesús de alineación conservadora hasta el punto de
querer censurar sus publicaciones; a las «autoridades del templo», la jerarquía
eclesiástica encabezada por monseñor Mario Casariego, quien llegó a
plantear que se nos negara la residencia en Guatemala; a las autoridades
políticas dominantes en ese momento del poder del Estado, un ensamble de
fuerzas anticomunistas represoras y el Ejército; y por supuesto, a los dueños
del país, espina dorsal de un sistema colonial que consideraban inamovible.
Obviamente no era la ubicación de la comunidad en la zona 5 de la capital,
aunque podían llamar a sospecha que algunas de estas personalidades
de excelente formación no se ubicaran en la zona 10, donde estaba en
ese momento la sede de la universidad de la Compañía de Jesús. Era la
presencia testimonial simbólica de ruptura con las élites dominantes, a las
que tradicionalmente apuntalaban las instituciones jesuíticas más poderosas.
En la década de 1970, la Compañía de Jesús en Centroamérica iba a tener
cambios en los que fueron determinantes los análisis y el mensaje del
Concilio Vaticano II (1962-1965), la llegada del padre Pedro Arrupe como
Prepósito General de la Compañía (1965-1983) y la Segunda Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano de Medellín (1968).
Junto a estos hitos históricos de la evolución de la Iglesia y de la Compañía
de Jesús, se sigue una serie de acontecimientos en el continente que no
podían pasar desapercibidos entre los jóvenes estudiantes de la Compañía
de Jesús: la creación de una teoría social, teológica y pedagógica, en una
línea liberadora desde los oprimidos, llamados a ser los nuevos sujetos de
103
E
NRIQUE
C
ORRAL
A
LONSO
I
NVESTIGACIÓN
Y
COMPROMISO
SOCIAL
A
FONDO
Entrega especial Ricardo Falla, S. J.
las transformaciones sociales y de la historia. La muerte del Che Guevara
en La Higuera, Bolivia (1967), y el comienzo de la publicación de los
escritos sobre el «hombre nuevo» y toda su simbología, ejercían de imán
en parte de la juventud en esos momentos.
En Guatemala seguía en plena expresión el autoritarismo antidemocrático
de los gobiernos militares. Comenzaba a ganar terreno político, social y
económico en la población el movimiento cooperativista y la Democracia
Cristiana. La organización guerrillera, –en una situación difícil por las
derrotas recibidas por la caída de muchos de sus dirigentes y la fuerte
represión sobre sus bases de apoyo–, intentaba en condiciones difíciles y
desde sus retaguardias de México y de Cuba, repensarse estratégicamente,
y comenzaba a preparar las condiciones de una nueva etapa que surgiría en
la década de 1970
10
.
Iniciaban, en algunas partes del país bajo la animación y dirección de
misioneros extranjeros, nuevas corrientes de la Iglesia católica que
provenían de Bélgica, Holanda, Alemania, España, y su deriva en nuevas
organizaciones, las comunidades cristianas de base
11
. Al mismo tiempo
empezaban a producirse y debatirse análisis e interpretaciones de la
realidad social que rompían esquemas hasta cierto punto hegemonizadas
por marxistas de rasgos ortodoxos. Todas ellas eran señales que los jóvenes
jesuitas no podían eludir. Varios de los integrantes veníamos de Europa,
de rozarnos con exiliados brasileños, españoles, salvadoreños y cuadros
de las diferentes corrientes sindicales del mundo obrero, de partidos y
agrupaciones de izquierda.
La Universidad de Lovaina era un centro de documentación excepcional
de los movimientos guerrilleros de la época. Ya estaba microfilmada la
documentación de la primera guerrilla guatemalteca por el jesuita argentino
Alejandro del Corro, proveniente del prestigioso Centro Intercultural
10
Una contribución teórica y estratégica que marcó el futuro de la guerrilla guatemalteca fue el
Documento de marzo, atribuido a Ricardo Ramírez de León «Rolando Morán» y a la antropóloga
Aura Marina Arriola. Comenzaban los brotes de las nuevas organizaciones guerrilleras que
posteriormente conformarían la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).
11
Congregación del Inmaculado Corazón de María (CICM o Scheut), Misioneros del Sagrado
Corazón, Misiones de Burgos, los Maryknoll, Misioneras Cruzadas de la Iglesia, Mercedarias
de Bérriz.