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Revista Eutopía, año 2, núm. 4, julio-diciembre de 2017, pp. 179-191, ISSN 2617-037X
movilizaciones, desviar las energías de las comunidades y organizaciones,
y sembrar el miedo y la inseguridad entre los movilizados. Para lograrlo es
fundamental la participación activa de los operadores de justicia en diversos
niveles, así como el papel de los medios de comunicación corporativos, que
crean la imagen de las autoridades y movilizados como esos criminales a
los que hay que perseguir.
Prácticamente, todas las comunidades que en esta última década y media
se han organizado para enfrentarse a las actividades extractivas han debido
sufrir la criminalización de sus autoridades y líderes. Así ha ocurrido en
La Puya, San Juan Sacatepéquez, San Miguel Ixtahuacán, San Pablo, Santa
Cruz del Quiché, Uspantán y Cobán, Livingston, Jocotán, Santa María
Xalapán, Cotzal, Monte Olivo, Cahabón, San Rafael Las Flores, Sayaxché,
El Estor, Samococh, Sierra Lacandona, Laguna Larga y Laguna del Tigre,
Semuc Champey y Mataquescuintla. El norte de Huehuetenango –Barillas,
San Mateo Ixtatán y Santa Eulalia– ha sido un territorio especialmente
golpeado debido a la resistencia organizada en contra de las hidroeléctricas
y otras actividades extractivas
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.
2. Los detenidos y la criminalización en territorio Q’anjob’al
Así, el juicio iniciado el 6 de julio de 2016 suponía la culminación de
toda una persecución puesta en marcha por empresas y organismos del
Estado en contra de la movilización comunitaria surgida en el territorio
Q’anjob’al, al norte de Huehuetenango, en contra de las hidroeléctricas que
se instalaron a pesar de las consultas de buena fe realizadas entre 2006 y
2009, y que se oponían a este tipo de proyectos.
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La persecución penal en todos estos estos lugares está documentada en la prensa independiente
–en menor medida en la corporativa–, así como en estudios concretos. Sobre el proceso general
de despojo, movilización y represión, ver Jorvis Van de Sandt, Conflictos mineros y pueblos indígenas
en Guatemala (La Haya, Países Bajos: Cordaid, 2009); Elizabeth Rasch, «Transformations in
Citizenship. Local Resistance against Mining Projects in Huehuetenango (Guatemala)», Journal
of Developing Societies, núm. 2, vol. 28 (2012): 159-184; Simona Yagenova coord., La industria
extractiva en Guatemala (Guatemala: Flacso, 2012); Carlos Fredy Ochoa, Alcaldías Indígenas. Diez
años después de su reconocimiento por el Estado, tomo I (Guatemala: Asies/Organismo Naleb/
Iniciativa Think Tank/Konrad Adenauer Siftung, 2013); Santiago Bastos y Quimy de León,
Dinámicas de despojo y resistencia en Guatemala. Comunidades, Estado, empresas (Guatemala: Diakonia,
2014); Lieselotte Viaene, La hidroeléctrica Xalalá en territorio maya q’eqchi’ de Guatemala. ¿Qué pasará
con nuestra tierra y agua sagradas? Un análisis antropológico-jurídico de los derechos humanos amenazados
(Bélgica: Municipalidad de Herent/Centro de Derechos Humanos, Universidad de Gante,
2015); y Bastos, «Rearticulación y movilización comunitaria».