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S
antiago
B
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t
ay
y
la
memoria
revolucionaria
indígena
,
1974-1981
S
ergio
P
alencia
F
rener
Revista Eutopía, año 2, núm. 4, julio-diciembre de 2017, pp. 97-138, ISSN 2617-037X
contacto, me dijo: “Bueno ¿y usted qué hace aquí? Vámonos para el campamento”.
Le respondí: “si para eso vine”
68
.
Una descripción sobria del retorno al área de operaciones de lo que sería el
Frente Luis Ixmatá, de la ORPA. El momento de la guerra que presencia
Boc tiene como característica una participación masiva de algunas aldeas
Mam de San Marcos y de Quetzaltenango con la ORPA.
La gente de la aldea donde se había realizado la ceremonia Mam, Tuibuj,
ahora se moviliza en columnas para transportar alimento y armas. El efecto
masivo se repite en diferentes comunidades indígenas en Huehuetenango,
Quiché y Chimaltenango. Los pelotones guerrilleros en San Marcos
y Quetzaltenango pasan de una campaña de propaganda armada a
emboscadas a convoyes militares y ataques a destacamentos locales. Boc
une en una sola descripción el momento de la lucha:
Entre los meses de junio y julio del año 1981 montamos una emboscada en el
crucero del Tajumulco, en la carretera que comunica a los municipios de Ixchiguan
y Tacaná. Éramos alrededor de cuarenta armados con fusiles M-16. Entre los jefes
de escuadra estaban Delfina, Camilo, el capitán Rubén y Nery comandante y los
tenientes Ismael y Manolo. Con anterioridad habíamos recibido un desembarque
de chas [comida], la que al mismo tiempo había servido para embutir armas,
entre los granos recibidos. Nos llegaron fusiles M-16 y Fal 7.62. De acarrear y
esconder la chas se encargaron los compas de la aldea Tuibuj, fueron cerca de
200 quintales de granos. Parecían hormigas que subían y bajaban, los costales con vituallas
blanqueaban en la oscuridad de la noche, era como un hilo movido por el ritmo de los pasos de una
columna guerrillera
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. Pero en este caso era una columna de compas de la población
mayoritariamente. La noche del desembarco, a media noche, trepamos arriba de
las fincas La Patria y La Igualdad, y por fin llegamos al campamento ya en ese lugar
limpiamos las armas para usarlas en la emboscada.
68
Boc Tay, Memorias del Tajumulco, 52.
69
ibid., 53, cursiva propia.