129
S
antiago
B
oc
t
ay
y
la
memoria
revolucionaria
indígena
,
1974-1981
S
ergio
P
alencia
F
rener
Revista Eutopía, año 2, núm. 4, julio-diciembre de 2017, pp. 97-138, ISSN 2617-037X
el tiro de mortero sin usar la placa base»
61
. Las prácticas con fusilería en
Cuba y con morteros en Nicaragua hacían pensar que las condiciones de
abastecimiento, logística y armamento estarían presentes en las montañas
guatemaltecas, cosa que no fue para nada el caso. Visto desde ahora, existía
una disposición social in crescendo para la guerra sin las condiciones objetivas
de un enfrentamiento de tal magnitud. Después de visitar los dos países
revolucionarios en la región, Boc retorna a mediados de abril de 1981 a una
Ciudad de Guatemala «invadida por fuerzas contrainsurgentes, aunque se
comentaba que también por fuerzas guerrilleras. Un buen número de los
que veníamos no cubrieron los contactos que les habían dado, se fueron a
sus casas y se condenaron por eso»
62
.
En poco menos de tres meses esas fuerzas contrainsurgentes desplegarían
ataques contra las casas de seguridad de la ORPA y el EGP
63
, desbaratando
las redes logísticas y de información concentradas en el área urbana.
Muchos de los combatientes listos para la guerra con quienes venía Boc
murieron ahí:
Días después le cayeron en la ciudad a la casa de la Colocha, por alguna razón me
salvé. Los resultados fueron dolorosos para la organización. Fue después de la
Semana Santa, en abril de 1981. Cayeron en combate más de 10 compañeros. Esto
es lo que medio se conoció en aquel entonces
64
.
Antes de salir, Boc tuvo oportunidad de saludar a su hermano y a su primo.
Les habló de su aprendizaje en el uso de armas, de la disposición al combate
y de su regreso al frente de San Marcos. Ellos le hablaron de una masacre
contra aldeanos de Chuabajito, en San Martín Jilotepeque:
Esa vez el Ejército llegó en camión. En el lugar mataron a más de veinte personas.
El oficial decapitó a una niña de ocho años cuando se opuso a que se llevaran a su
papá. Esto era la noticia más alarmante. En nuestra conversación les dije que se
cuidaran porque no se sabía qué podía pasar por lo que se avecinaba. Solo un mi
primo me felicitó
65
.
61
ibid.
62
ibid. 51.
63
En un ensayo previo titulado «El concepto de revolución en la Biografía de Turcios Lima»
(2016) se habla de cómo ya desde 1967 existía una perspectiva que centralizaba en la ciudad
capital los elementos logísticos, de financiamiento y de comunicación de la guerrilla para los
esfuerzos de guerra rural, situación que se mostraría como una enorme debilidad en la lucha
desatada en 1980-1982.
64
Boc Tay, Memorias del Tajumulco, 52.
65
ibid.