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S

antiago

 B

oc

 t

ay

 

y

 

la

 

memoria

 

revolucionaria

 

indígena

1974-1981

S

ergio

 P

alencia

 F

rener

Revista Eutopía, año 2, núm. 4, julio-diciembre de 2017, pp. 97-138, ISSN 2617-037X

horizonte. La incógnita de la «nueva comunidad asumida» –la guerrilla– se 
revelaría al día siguiente:

El contacto para subir a la montaña lo realizamos enfrente a la pila en la plaza 
del pueblo, como ya dije. Éramos cuatro y resultó que nos conocíamos desde la 
escuela. Nos saludamos con sorpresa. El quinto era Hernán cuyo padre era mozo 
colono de la finca La Merced

31

.

Todos son jóvenes Kaqchikel que comparten un pasado regional como 
hijos de mozos colonos en las fincas. Ahora «con sorpresa» se reconocen 
y son guiados en el camino por otro vecino alzado, Hernán, quien ya había 
estado en el campamento revolucionario de San Marcos. 

Figura 1. Campamento El Brote, ORPA

Fuente: colección fotográfica de Gilberto Morales (1979).

31

 ibid., 37.