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Revista Eutopía, año 2, núm. 4, julio-diciembre de 2017, pp. 97-138, ISSN 2617-037X
producción de las grandes fincas cafetaleras localizadas al sur, rumbo a
la bocacosta. Durante las primeras décadas hasta aproximadamente 1940,
estas fincas en el altiplano Kaqchikel autorizaban parcelas a los campesinos
indígenas a cambio de trabajo en la producción de café
3
. Tal relación
laboral todavía estaba integrada por medidas coactivas que obligaban a las
familias a cumplir el trabajo bajo la constante inspección y control de los
capataces. Este fenómeno afectó de semejante manera a las aldeas Mam de
San Marcos y Q’eqchi’ de Alta Verapaz. Santiago Boc, por su parte, narra
cómo su infancia y adolescencia estuvieron atravesadas por la explotación
y discriminación en las fincas. En su libro recuerda que su abuelo y su padre
habían sufrido, pero también luchado contra la gran propiedad finquera:
Me comentó mi padre que cuando cayó el gobierno de Jacobo Árbenz en 1954
hubo movimientos en la capital y ellos fueron citados para defender al gobierno que
había decretado que se parcelara la finca de donde éramos mozos. “Ya no subimos
al carro que nos iban a llevar”, dijo, “porque llegó la noticia que el presidente había
sido derrocado. Después subían los alcahuetes del pueblo y nos perseguían. Era
la gente de Castillo Armas, se perdió la posibilidad de que las tierras fueran para
nosotros”. Contaba [mi padre] que por el mucho hostigamiento se iban abajo, al
bosque, para esconderse hasta que un día los coparon y los golpearon con la culata
de los rifles mientras los calificaban de comunistas
4
.
Su padre era miembro del Partido de Acción Revolucionaria (PAR) durante
el movimiento agrarista previo y durante la presidencia de Árbenz. Resalta
Boc este precedente de lucha generacional donde su abuelo y su padre
fueron parte del movimiento agrarista en búsqueda de la reforma agraria.
Por primera vez se relaciona la acusación de comunistas con la persecución
y golpes de indígenas organizados. El lugar de refugio, ya en 1954, «era el
bosque», la montaña como lo había sido para Kaji Imox y la resistencia
Kaqchikel en la década de 1530, en la región colindante.
3
En el Archivo de la Escribanía del Gobierno y Sección de Tierras (1944) se puede dar
seguimiento al proceso expropiador –y de defensa de tierras comunales– en los departamentos.
Si bien no es objetivo de este escrito en particular, al estudiar el proceso de certificación
de propiedades en Chimaltenango, San Marcos y Escuintla, se puede ver el proceso de
capitalización y oligarquización como proceso inversamente proporcional a la transformación
de las comunidades en mozas colonas y, luego, cuadrillas proletarizadas. Véase sobre todo el
periodo entre los años 1860 y 1930, con la raíz histórica de familias finqueras como Barrios,
Arzú, Herrera, como también de empresas alemanas, estadounidenses y bancos salvadoreños;
Archivo de la Escribanía del Gobierno y Sección de Tierras, Índice de los expedientes (Guatemala:
Tipografía Nacional, 1944).
4
Boc Tay, Memorias del Tajumulco, 17.