Revista Eutopía, año 2, núm. 4, julio-diciembre de 2017, pp. viii-x, ISSN 2617-037X
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El segundo tiene que ver con el trabajo colectivo, mismo que carecería
de posibilidades reales sin el elemento anterior, en tanto plataforma de
encuentro. En este punto deseo reconocer, en su justa medida, el esfuerzo
de todos aquellos que se han involucrado tanto en la forma como en el
contenido de la revista para lograr un concepto coherente en cada entrega.
Lo hago con mis compañeros y colegas de la VRIP y de la universidad;
aunque deseo hacerlo de manera especial con nuestros colaboradores
externos, nacionales e internacionales porque su involucramiento supone
un esfuerzo adicional, creo yo, inspirado esencialmente en el deseo de «dar
a los otros». Sobre todo a aquellos que creyeron en la idea (sin tener nada
a la vista) y confiaron en las promesas de la universidad cuando ofrecimos
una producción con los más altos estándares posibles.
El trabajo colectivo es esencialmente talento colectivo, por eso no siempre
es bueno solo referirse a números. No obstante y tan solo como una
expresión del esfuerzo, quiero señalar que en este número tres de la revista
han participado unas setenta personas, incluidas aquellas que colaboran en
los órganos formales (los comités) y en la producción misma de la revista,
los autores y los revisores (los pares ciegos). Si consideramos el esfuerzo
propio en las dos entregas anteriores (especialmente autores y revisores)
estamos hablando de un considerable grupo de académicos que son parte
de este esfuerzo desde sus inicios.
El tercer aspecto se refiere al permanente desafío intelectual que representa
la revista. La plataforma que hemos construido y a la que me referí en el
primer aspecto es una plataforma con un sentido especial vinculado al
sentido heurístico de la investigación: revelar, descubrir. No por poseer
una estructura bien lograda el trabajo se vuelve mecánico. Al contrario, el
desafío se vuelve cada vez más complejo. Lo puede afrontar uno con más
propiedad y tranquilidad, como dije antes, pero no es pan comido. Y aquí
me refiero tan solo a unos rasgos esenciales de la revista y que tratamos de
cuidar permanentemente.
La Agenda de Investigación y Proyección (AIP) atiende, desde la labor
investigativa, algunas de esas ideas, y la revista está íntimamente ligada a su
ordenamiento programático. Así, el primer rasgo que cuidamos en la revista
es la búsqueda del entendimiento de la compleja realidad desde enfoques