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Dirección de Artes Landívar

calendario. El cerro de Xulem ke’en o Cardinal que corresponde al norte, y está 

asociado con Tox, kuawal o día protector del ganado, o bien, el cerro de Yatut 

Chawok, quien lleva el nombre de uno de los kuawales o días del calendario 

y se le considera muy benévolo para el pueblo. A él se le pide por las buenas 

cosechas de maíz. También ciertos de estos lugares sagrados se consideran 

propicios para alguna actividad particular, como el caso de la Cruz Palugua 

en la aldea de Bulej, que se asocia al comercio.

Ahora bien, en San Mateo, por el hecho de tratarse de una comunidad central 

para el grupo que encabezó el desarrollo de un señorío y mantuvo hasta el siglo 

XIX una elite gobernante que se afianzó en este punto gracias a la explotación 

salina, se advierte una doble visión en cuanto al ordenamiento sagrado del 

paisaje, del que se han ido apropiando y han ido caracterizando a través del 

tiempo. En efecto, por un lado se define el contorno sagrado más próximo con 

el que desarrolla una relación más estrecha, y por otro, se veneran e invocan 

los cerros y cruces ubicados a través de su territorio, que se localizan en todo 

el municipio y se extienden más allá del mismo, dando cuenta así de una 

percepción local y a la vez más amplia de los dominios que les conciernen.

En el ordenamiento a través de este tipo de lugares sagrados, se observa una 

jerarquía entre los cerros, al igual que existe una jerarquía entre las deidades 

temporales, que se corresponde con las jerarquías ligadas a la organización 

social del poder en San Mateo, donde permaneció la elite gobernante. En el 

caso de los cerros sagrados, encontramos a los cuatro cardinales a la cabeza 

de la jerarquía y en el pináculo al cerro Xulem ke’en, que ocupa el punto norte. 

Ello no significa que sólo los cuatro cardinales fueran poderosos, de hecho 

para los Chuj los demás lo son; pero esta separación entre cerros «principales» 

e importantes, efectúa una separación entre las deidades significativas y las 

esenciales, representadas por los cerros mayores.

Al considerar aquí a las cruces y los cerros, vemos como lo religioso y lo 

sobrenatural organiza su entorno y ofrece una visión sagrada del paisaje, 

tanto de lo considerado más próximo, representado por los cerros que les 

rodean, como lo que atañe a una extensión más amplia que resulta relativa al 

grupo. Se marca igualmente la importancia de los Cardinales que se ligan a un 

cosmos, donde el sol resulta predominante.

Finalmente agregaría que en la apreciación del paisaje para los Chuj interviene 

de manera fundamental la recreación de los elementos históricos y míticos, 

lo cual permite otro tipo de disposición y catalogación, no sólo del paisaje 

en sí, sino de los distintos episodios de la vida del grupo dentro del mismo. 

Los Chuj perciben una historia localizada e inscrita en su paisaje. Tanto los 

episodios míticos, como los que conciernen a hechos o acontecimientos, se