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Relatos del proceso creativo contemporáneo

sonora de mi partitura que serviría perfectamente a los propósitos del proceso 

de ensayo y montaje. Con los solistas que invité, quienes manifestaron gran 

entusiasmo y enfrentaron el reto de aprender las melodías inusuales y las letras 

en idiomas foráneos, ensayamos en mi salón en el Instituto Investigación y 

Estudios Superiores en Musicología de la Universidad Rafael Landívar. A este 

elenco destacado de solistas logré incorporar a Andrés Farrera, quien posee 

una impresionante voz de bajo, para representar en el papel principal a Satuyé, 

cacique de los caribes. La soprano Julia Pimentel interpretaba a Barauda, 

mujer de Satuyé. El papel de Dufont, lugarteniente de Satuyé, estuvo a cargo 

del barítono David Véliz. El joven barítono Sergio Cabrera interpretó diversos 

papeles: hizo de DuVallée, concejal de los caribes, y también tomó el rol de 

mensajero y asumió el del Ahau, jefe de los «cazadores». El tenor Julio Derek 

Papadópolo representó el rol de Sir William Young, capitán de los «carabinas».

El montaje musical de las numerosas escenas corales estuvo a cargo del 

Coro Divertimento, dirigido por el maestro Heber Morales. Estos artistas ya 

contaban con experiencia escénica en diversos montajes previos de óperas 

italianas y comedias musicales varias, pero esta nueva ópera les presentaba 

dos retos adicionales: lo novedoso de la música a memorizar, y el aprendizaje 

de las letras en idiomas foráneos. Los ensayos corales se llevaban a cabo tres 

noches a la semana en los salones de la Fundación Paiz para la Educación y la 

Cultura, entidad que apoyó decididamente el proyecto. 

Para la dirección escénica, la coreografía y el diseño de vestuarios, aspectos 

fundamentales para el éxito del montaje, logré la colaboración de mi hija 

Gabriela Lehnhoff, quien ya contaba con la experiencia de haber dirigido 

una serie de producciones escénicas y músico-teatrales. El concepto de la 

producción, que sería presentado no por un elenco integrado por cantantes 

pertenecientes a la etnia garínagu, sino por una compañía de guatemaltecos 

capitalinos, era el que la historia de este pueblo estaba siendo contada al 

mundo no por los miembros del pueblo garífuna, sino por connacionales 

llenos de apreciación por esa cultura. Para el vestuario y las proyecciones 

escenográficas recurrimos a la máxima simplicidad de un montaje 

minimalista, pero sumamente colorido y eficaz. Por el carácter multilingüe de 

la ópera, se proyectaron de principio a fin las traducciones al castellano de lo 

que se estaba cantando. Este trabajo estuvo a cargo de Elvira Castillo de Sazo, 

quien facilitó enormemente la comprensión de la trama por parte del público.

El estreno absoluto estaba pactado para el viernes 28 de agosto de 2015 en 

el Teatro Dick Smith del IGA, y los días previos naturalmente tuvimos ahí 

los ensayos generales con la excelente luminotecnia de Eliseo Molina y los 

cantantes ya ataviados con los atuendos de la obra. Cuando ya estaba todo 

listo, tuvimos la sorpresa del paro nacional que se dio un día antes del estreno,