7
hacer que la zona degradada vuelva a un estado casi natural, para lo cual se necesita un
enfoque muy diferente. Todos estos enfoques pueden respaldar la conservación de la
biodiversidad eliminando las presiones que sufren los ecosistemas naturales o ampliando las
zonas naturales (WRI, UICN, PNUMA 1992).
En el presente trabajo se consideran seis mecanismos de restauración ecológica, a saber:
•
Sucesiones secundarias
•
Reforestaciones
•
Introducción de especies
•
Reintroducción de especies
•
Translocaciones
•
Corredores biológicos
Los primeros dos, están directamente relacionados con la recuperación inicial de las tierras a
través del establecimiento y desarrollo de vegetación. En el proceso de sucesiones secundarias
se regeneran principalmente especies nativas, sin embargo, dependiendo de la composición
florística original del sitio y su prevalencia en el banco de semillas del suelo, es posible la
regeneración de especies exóticas. Las reforestaciones pueden incluir especies nativas y
exóticas. Las introducciones, reintroducciones y translocaciones, aunque son mecanismos
válidos para especies vegetales y animales han sido más aplicados en el manejo de poblaciones
animales. Finalmente, el uso de corredores biológicos ha sido comúnmente relacionado con el
manejo de poblaciones animales, sin embargo, es de aplicación en el campo florístico para
especies que tienen baja capacidad de dispersión de diásporas.
Los mecanismos relacionados con especies animales, llevan implícito la determinación de datos
biológicos acerca de las poblaciones que tienden a evitar su pérdida y restaurar su hábitat.
3.
MECANISMOS DE RESTAURACION ECOLOGICA
3.1.
SUCESIONES SECUNDARIAS
El restablecimiento de la producción de las tierras degradadas debe ser necesariamente la
orientación principal de la labor de restauración en muchos lugares, especialmente en las zonas
más pobres y más densamente pobladas (WRI, UICN, PNUMA 1992).
Las cifras existentes, señalan que el problema de deterioro de las tierras y la pérdida de la
vegetación es de alcance general. Según WRI, UICN y PNUMA (1992), la degradación del suelo
inducida por los seres humanos, primordialmente la erosión provocada por el agua y la
reducción de los elementos nutritivos, afecta a aproximadamente el 14% de la extensión
territorial de la América del Sur.
En un estudio reciente realizado por el Centro Internacional de Referencia e Información
Edáfica, se concluye que a nivel global unas 1,215 millones de ha han sufrido degradación, lo
cual representa casi el 11% de la superficie con cobertura vegetal de la tierra. Los
investigadores consideran que en su mayoría (75%) la degradación es "moderada", es decir, que