16
1.
Determinar los requerimientos ecológicos de las especies potenciales de translocación.
Se sugiere detallar el análisis de la utilización del macro y micro hábitat y las relaciones
troficas. Estos datos ayudarán a determinar si la translocación de especies es
conveniente, sin interacciones interespecíficas intensas que podrían conducir a la
extinción de ambos grupos de especies.
Además de las consideraciones de macro y microhabitat disponible, debe estudiarse la
disponibilidad de comida, ya que esto es determinante para concluir qué hábitat y comida son
convenientes para realizar la translocación. Esto es esencial para especies que son
especialistas en hábitats.
2.
Las variaciones genotípicas y fenotípicas de la población fuente debe ser determinada
para asegurar que el "stock" de propágulos sea representativo de la especie a ser
conservada.
3.
El "stock" de propágulos debe ser lo suficientemente grande como para asegurar que la
máxima variabilidad genética intraespecifica es incorporada en el refugio de
poblaciones. Además la proporción de sexos del "stock" debe ser determinada, si es
posible.
4.
La menor variabilidad genética entre especies endémicas, derivados del arrastre
genético o del cuello de botella, debe de ser determinado.
5.
Debe tenerse cuidado para asegurarse que ninguna enfermedad o parásito sea
introducido a la comunidad durante la translocaciones. Todos los individuos a ser
translocados deben de tenerse en cuarentena por un período considerable antes de ser
introducidos.
Finalmente Wikramanayake (1990) señala que sobre todo, este estudio demuestra que la
translocacion puede ser llevada a cabo exitosamente para establecer un refugio de poblaciones
de especies considerablemente amenazadas. Como sea, ellas deben ser implementadas
juiciosamente. Agrega además, que es fundamental que las futuras translocaciones sean
monitoreadas de cerca desde el principio.
3.6.
CORREDORES BIOLOGICOS
Los corredores biológicos cobran importancia en los procesos de restauración ecológica en tanto
que permiten a las especies cambiar sus distribuciones geográficas y mejorar los flujos
genéticos, reduciendo así el efecto que tienen la fragmentación y el aislamiento de hábitats en
la extinción de las especies y el deterioro de los sistemas naturales, así como las consecuencias
de los cambios climáticos globales. Soulé y Gilpin (1991) definen a los corredores biológicos
como paisajes lineales de dos dimensiones que conectan dos o más parches de vida animal que
han estado conectados en tiempo pasado, sirviendo como conducto de animales.
Según Simberloff et.al. (1992) las funciones atribuidas a los corredores para movimiento son:
1.
Disminuir la tasa de extinción definida en términos de la teoría de equilibrio
2.
Disminuir la estocasticidad demográfica
3.
Contrarrestar la depresión endogámica y
4.
Satisfacer una necesidad innata de movimiento.