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Las translocaciones deben ser cuidadosamente planificadas tanto en consideración a la
comunidad nativa, como a las necesidades ecológicas y la integración genética de las especies
en consideración (Wikramanayake 1990).
Teóricamente la translocación puede reforzar la población solo si se trata de ecotipos. La
mezcla intraespecífica puede ser más dañina que útil si el proceso resulta en la pérdida del
ajuste adaptativo debido a la depresión endogámica o a la introducción de genes deletéreos
(Shafer 1990).
Wikramanayake (1990), basado en un caso de cuatro especies de peces potencialmente en
peligro de extinción que son endémicas a los ríos del sudoeste de Sri Lanka y que fueron
trasladadas a un sistema empobrecido y deteriorado de ríos, en las colinas centrales de ese
país; presenta algunas consideraciones generales acerca del tema y hace recomendaciones para
futuras translocaciones.
Las consideraciones generales son:
1.
Cuando se establecen refugios de poblaciones, las reservas de propagulos deben ser
suficientemente grandes para: a) maximizar la variabilidad genética intraespecifica en
el refugio de la población o poblaciones y b) mantener la integridad genética de las
especies a través del tiempo, de modo que puedan sobrevivir a la demografía y a la
estocasticidad ambiental y a las interacciones interespecificas tales como la
competencia y la depredación.
2.
Apropiados tamaños de los fundadores podrían necesariamente depender de las
características biológicas, genéticas y ecológicas de las especies. Por ejemplo, muchos
"stocks" de propágulos en la translocación de peces fueron alrededor de 50 individuos,
pero algunas poblaciones fueron establecidas con "stocks" mas pequeños.
3.
Dificilmente las futuras translocaciones podrían ser monitoreadas cercana y
continuamente después de que ellas fueron hechas, por lo que, al menos las dinámicas
iniciales de biología y ecología de poblaciones deben ser seguidas.
4.
A pesar de las relativamente extremas y variables condiciones ambientales (altos flujos
durante cataratas pesadas y variaciones en el nivel del agua) presentes en el nuevo
hábitat, las cuatro especies establecieron sus propias poblaciones. Esto es
probablemente atribuible a la existencia de refugios espaciales y temporales, en los
cuales el pez fue protegido. La gran población y su ancha distribución podría asegurar
que algunas especies sobrevivan a la variación ambiental en estas condiciones a menos
que, las variaciones sean de una escala catastrófica que afecten el sistema entero. Sin
embargo, habiendo engendradores en serie, ellos se reproducirán a través del año, y la
probabilidad de extinción a través de los efectos de la variación ambiental es baja.
Los resultados de este experimento de translocación sugieren que un programa lanzado para
conservar otras especies endémicas de peces es factible. Las recomendaciones formuladas
para tal programa pueden ser altamente instructivas para el desarrollo de translocaciones que
involucren otras especies. Wikramanayake (1990) hace énfasis en las siguientes: