12
2.
Evitar la introducción de especies exóticas si una local puede sustituirla.
3.
Considerar que la especie exótica pueda ser controlada o exterminada si es necesario.
4.
Hacer introducciones de prueba en áreas pequeñas y aisladas donde la especie pueda
ser exterminada si la prueba no resulta satisfactoria.
5.
Las especies exóticas indispensables, como ciertos vegetales de consumo humano y
animales de carga para el manejo, deben ser tan pocos como sea posible y deben estar
fuera del área protegida o limitadas en áreas de desarrollo.
6.
Evitar la introducción de una especie secundaria o de alguna enfermedad asociada con
la especie exótica.
7.
Cuando se juzgue que la introducción de una especie animal es apropiada, es preferible
la transferencia de animales silvestres recién capturados al uso de animales nacidos o
criados en cautiverio.
8.
La desestabilización de un ecosistema nativo, debido a la introducción de especies
exóticas puede conducir a la disminución de la biodiversidad en el largo plazo. Estudios
recientes han demostrado que solo un 10% de las introducciones han causado
extinciones y el 90% de éstas ocurrieron en islas (Machlis, 1993).
9.
Considerando que prácticamente todas la regiones del mundo contienen especies
introducidas, su erradicación o control hasta cierto límite, dependerá de la magnitud
del impacto de estas especies sobre las poblaciones nativas.
3.4.
REINTRODUCCIONES
Cuando se busca restaurar un área para devolverla a su estado original de biodiversidad, la
reintroducción de especies vegetales o animales en un área degradada puede contribuir a
reconstituir el sistema (Machlis 1993). A la vez, el creciente aislamiento de las áreas protegidas
hará necesario, en el futuro, cierto grado de circulación genética artificial (Machlis 1993;
Mackinnon et.al. 1990; Wikramanayake 1990). También, podrían ser necesarias para mantener
la diversidad de hábitats de la que dependen otras especies (Machlis 1993).
Los tipos de reintroducciones que existen son:
1. Reabastecimiento:
es decir, la liberación de individuos de una especie para reforzar la
población existente, con el objetivo de aumentar la viabilidad poblacional (Machlis
1993).
2. Reintroducciones:
es decir, la liberación deliberada de individuos de una especie
dentro de un área de la que habían desaparecido, con el objetivo de establecer una
población autosostenida y viable (Machlis 1993).
En los dos casos anteriores, los animales a liberar pueden venir de criaderos diseñados para el
efecto (por ejemplo iguanas verdes) o de áreas adyacentes.