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caso de las externalidades económicas fueron discutidos hace mas de un siglo por
economistas clásicos, estos fueron recientemente desempolvados gracias a la
presión social que ejercen las sociedades, que ya no optimizan su bienestar
únicamente en función de la utilidad económica. En los siguientes apartados, se
analiza la necesidad de intervención del Estado en presencia de fallas de
mercado que plantean los bienes públicos que se producen a partir del KN.
3.
Las Fallas del Mercado: La Valoración del Capital
Natural
En este apartado se recurre a algunos conceptos básicos de la economía clásica
para justificar la intervención del Estado, en presencia de fallas del mercado de
los servicios ambientales.
Valorar el KN plantea algunas dificultades. Se acepta convencionalmente que el
valor de un bien puede ser estimado a partir de su precio solo en aquellos casos
donde este es reflejo de su escasez y las decisiones de consumo de ese bien se
toman en función de éste precio. Esto hace necesario diferenciar los tipos de
bienes. Cuando se trata de un bien privado, su valor puede estimarse sin mayor
dificultad a partir de los precios de mercado. La característica principal de este
tipo de bienes es su exclusividad en el consumo. Por otro lado, un Bien Público ó
Servicio carece de exclusividad en su consumo, lo que resulta en una falla de
mercado. Estos bienes públicos o servicios son usualmente externalidades.
Las externalidades se presentan cuando el nivel de bienestar de un agente
económico depende no solo de sus propias decisiones sino también de las
decisiones de otros agentes. Estas pueden ser positivas o negativas. Las primeras
afectan positivamente el nivel de bienestar de otros agentes, mientras que las
negativas lo deterioran. Los agentes económicos que las producen no están en
condiciones de exigir pago por ellas, en el caso de que se trate de externalidades
positivas y los consumidores no son exclusivos.
El rol del Estado es vigilar que los actores económicos interactúen en procesos
que generen eficiencias económicas. Esto es, que los procesos maximicen los
beneficios netos derivados de la utilización a largo plazo de los recursos
involucrados en los mismos. La teoría y la evidencia empírica muestran que los
mercados de bienes privados tienden hacia esa eficiencia económica. Sin
embargo, si los servicios ambientales, como bienes públicos, presentan fallas de
mercado, el Estado debiera intervenir en la búsqueda de lograr la eficiencia
económica en el uso de activos, que generan servicios ambientales. La
intervención del Estado en este campo es una decisión política importante
debido a que los mecanismos de mercado no son capaces de resolver de forma
eficiente el problema de ineficiencia planteado.