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1.
INTRODUCCIÓN
La actividad forestal puede ser un eje importante en el desarrollo del país, ya que las
características de Guatemala, hacen de este territorio, un espacio idóneo para la
producción forestal (crecimiento, diversidad biológica, posición ante los mercados,
ambiente sectorial). Sin embargo, este potencial se ha estado perdiendo paulatinamente
por diversas causas; siendo las plantaciones forestales una vía para recuperarlo.
Dentro de la Política Forestal Nacional de Guatemala, una de las áreas de acción clave
es la promoción de silvicultura de plantaciones. Según la propuesta de Política el país
dispone entre 37,000 Km2 de tierras de aptitud preferentemente forestal, que
actualmente no poseen cobertura forestal, encontrándose en distintos grados de
deterioro en términos de procesos erosivos. Adicionalmente, por diferentes causas no
representan para sus propietarios una alternativa económico-productiva, excepto donde
se utilizan para la agricultura de subsistencia (MAGA, PAFG, INAB & CONAP, 1999).
A nivel mundial las plantaciones forestales han crecido significativamente. Según la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación, 2,002) el total de plantaciones
forestales en el mundo aumentó de 17.8 millones de hectáreas en 1980, a 43.6 millones
de hectáreas en 1990, pasando a 187 millones de hectáreas en el 2,000; encontrándose
el 62% en Asia.
El mismo informe, expone que aunque las plantaciones forestales abarcan únicamente el
5% de la cubierta forestal mundial, en el año 2,000 se estimó que las plantaciones
forestales proporcionaba cerca del 35% de la madera en rollo en todo el mundo. Se
prevé que esta cifra aumentará al 44% en el 2,020.
La madera es uno de los productos de origen agrario más estable en cuestión de precios;
esto se debe, a una demanda constante, producto de la desaparición de los bosques
naturales (a un ritmo de 14.6 millones de hectáreas por año) pero también a un
aumento constante de la población que consume en buena parte, productos forestales y
sus derivados.
En este contexto, las plantaciones forestales se convierten en una alternativa productiva
para los habitantes del área rural. Sin embargo; estas deben ser bien orientadas con el
objeto de no saturar la oferta y caer en la dinámica de precios de productos
tradicionales como el café.
Constantemente, los productores agropecuarios quieren cultivar árboles pero no tienen
una clara idea de “¿que?” y “¿para que?”. A este respecto, es importante aclarar que en
silvicutura la clave es el objetivo de la plantación; el cual define, la selección de la
especie, el medio de reproducción, el distanciamiento de siembra, las podas y los
raleos.