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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
como le sucede en Costa Rica, para las festividades de
aniversario de la Revolución Cubana, que cumplía en ese
momento veinte años. La importancia testimonial de un
libro como Los días de la selva, lo llevará a ganar en 1980
el Premio Casa de las Américas, con lo cual el libro gana
prestigio dentro de las izquierdas latinoamericanas. Coincide
también con el momento en que es nombrado comandante
de lo que denominaron en la guerrilla, el Frente Urbano, lo
que socialmente la gente llamaba «la guerrilla urbana». Su
escritura a inicios de la década del 1980, presenta cierto
registro híbrido, creemos movido o impactado por las
distintas experiencias a las que un intelectual como Payeras
se expone, en ese periodo beligerante de la vida del país.
Creemos que Mario Payeras utilizaba insumos de distintos
campos epistemológicos, dado que en el siguiente ensayo
que escribe, trabaja la cuestión étnica, y sale a luz como
«Los pueblos indígenas y la revolución guatemalteca». Al
observar y analizar esta forma de escritura, se constata que
el autor guatemalteco iba haciendo una obra que estaba
muy amarrada al desarrollo del pensamiento en tiempos de
guerra. Pero no necesariamente se trataba de una escritura
de corte militar, sino más bien era la construcción de un
pensamiento bastante más amplio y en donde entraría con
el tiempo, otra de sus pasiones matizada por su experiencia
en regiones en las que nunca hubiera imaginado vivir y tener
la experiencia de la sobrevivencia, tras el conocimiento
del entorno.
3. Moverse a golpes de fuego: La década de 1980
En el fondo, buena parte de los temas abordados
por Mario Payeras tienen un contenido y una perspectiva
con análisis político e histórico. Relata con un español
impecable, historias de perfil prohibido, nunca conocidas
por la población guatemalteca de aquella olvidada
década de 1980. Son los relatos de testigos directos que
hubieran podido aclarar partes de la historia que nos
había sido vedada oficialmente, por el fuerte aparato de