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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

El estudio propone cinco «caminos socioeconómicos 

compartidos» (SSP por sus siglas en inglés) los cuales 

contemplan diferentes formas en que el planeta y la sociedad 

podrían progresar (Rogelj, Popp, Calvin y Luderer 2018): 

Todos los escenarios «exitosos» incluyeron un cambio 

rápido del uso de combustibles fósiles hacia fuentes 

de energía bajas en carbono, un menor uso de energía 

y la eliminación del CO2. El estudio demuestra que 

las marcadas y fuertes desigualdades sociales y 

económicas, el uso continuo de combustibles fósiles 

y las pobres políticas climáticas a corto plazo, son 

obstáculos determinantes para alcanzar el objetivo de 

1.5 °C (p. 327-330). 

La evidencia producida por diversos investigadores 

muestra que ni el actual modo de producción y ni el 

modelo económico, son sostenibles. Pero doscientos años 

atrás, Humboldt cuestionó los daños generados por las 

actividades económicas de las colonias españolas y las 

grandes extensiones de cultivo de caña de azúcar y al 

hacerlo, criticó el modelo de desarrollo. Como lo expresó en 

su Ensayo político sobre la isla de Cuba

En un país en que los ingenios de azúcar no se han 

perfeccionado todavía lo suficiente como para no 

utilizar ningún otro combustible que el bagazo, esta 

destrucción progresiva de los pequeños bosques 

es una verdadera calamidad. Lo árido del suelo se 

aumenta a proporción que se le despoja de los árboles 

que le servían de abrigo contra los ardores del sol, y 

cuyas hojas al irradiar el calor contra un cielo siempre 

sereno, causan en el aire enfriado una precipitación 

del vapor acuoso (p. 68-69).

La crítica de Humboldt, sobre el modo de producción 

de monocultivos, iba acompañada del cuestionamiento 

de la desigualdad. Humboldt comprendió que las