49
Cátedra de Coyuntura Internacional
generado en las expediciones científicas sobre la flora
americana, que los gobiernos de entonces habían enviado
a América, especialmente las dirigidas a Perú y Nueva
España. Se acercó a la corte en busca de apoyo para que le
financiaran su proyecto.
En su Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo
Continente, Humboldt relata el apoyo que recibió de la corte.
En 1799, el rey lo recibió y fue así que tuvo la oportunidad
para exponerle las razones que lo impulsaban a viajar al
nuevo continente y a las islas Filipinas. Además, entregó al
secretario de Estado, Mariano Luis de Urquijo, una memoria
sobre el tema. Su solicitud fue apoyada y según Humboldt,
se debió al amor que Urquijo tenía por las ciencias lo
que motivó el apoyo para ejecutar sus proyectos, pues
no existía nexo alguno entre ellos. El autor valoró mucho
este respaldo al punto que lo expresó abiertamente en su
obra, porque consideraba era «un deber y una satisfacción
consignar el recuerdo de los servicios que [Urquijo] [le]
prestó» (Humboldt, 1991, pp. 44-45).
Alejandro von Humboldt viajó durante cinco años
(1799-1804) en compañía del botánico Aimé Bonpland.
Desembarcaron en la Coruña rumbo a islas Canarias,
ascendieron el cráter del Pico del Teide y realizaron
experimentos para analizar el aire; representaron la
geografía de las plantas a través del dibujo publicado
en el atlas del viaje Tableau physique des Iles Canaries.
Géographie des Plantes du Pic de Tenerife (Figura 1).