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Cátedra de Coyuntura Internacional
Introducción
Este año se cumplen 250 años del nacimiento de
Alejandro von Humboldt, a quien, por suerte, su familia
apartó de la carrera militar y lo encaminó a sitios muchísimo
más interesantes desde donde pudo poner en práctica el
don de explorador.
Al estilo de los antiguos fue un polímata: naturalista,
geógrafo, astrónomo, explorador. Se especializó en áreas
de la ciencia como la etnografía, la física, la ornitología, la
climatología, la oceanografía, la geología, la mineralogía, la
botánica, la vulcanología y el humanismo.
Alejandro von Humboldt amaba explorar y viajar
y fue así que, a partir de sus treinta años, se encaminó
a América Latina y Estados Unidos en donde logró reunir
datos atmosféricos, climatológicos y de la diversidad
biológica que encontraba. Trabajó el primer censo nacional
de la Nueva España y la llamó El cuerno de la abundancia.
Fue precisamente en estos viajes en los que Humboldt
predijo el cambio climático provocado por el ser humano
y se le considera precursor en tal temática. Los efectos
negativos sobre el ambiente provocados por las plantaciones
coloniales, al igual que el riego en el altiplano mexicano,
por ejemplo.
Doscientos años después parece que la humanidad no
ha aprendido nada y ha ignorado las llamadas de atención
que científicos hicieron en su momento, a través de datos
y evidencia que respaldaba sus argumentos y el hecho es
que a muchos no les interesa. Y es así que, a dos siglos de
las predicciones climáticas y ambientales de Humboldt, se
continúa hablando del cambio climático y de sus efectos.
¿Qué opinaría hoy el padre de los ambientalistas que en
México, Centroamérica y Suramérica existen políticas
a favor de la deforestación, que se construyen grandes