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Cátedra de Coyuntura Internacional
acceder a información militar valiosa que trasladaba a los
insurgentes independentistas. En su casa también ocultó a
oficiales que habían desertado del ejército del rey, a quienes
facilitó contacto con el ejército patriota para que se sumaran
a la causa de la independencia. Tuvo una relación cercana
con el general José de San Martín, prócer argentino. De él
difundía las cartas que enviaba a los oficiales leales al rey
para que se incorporaran al ejército independentista. Murió
a los 55 años, en 1851, sumida en la pobreza.
Manuela Cañizares (Quito, 1769-1814) nacida en
cuna humilde, demostró una gran fortaleza de carácter
y un estratégico sentido de liderazgo. Fue en su casa de
Quito que el 9 de agosto de 1809, se escuchó el primer
grito de independencia. Ese día y ante el temor de algunos
partidarios, que amenazaban con marcharse asustados ante
el peligro y los retos del proyecto revolucionario, Manuela
dijo: «Hombres cobardes, nacidos para la servidumbre ¿de
qué tenéis miedo? ¡No hay tiempo que perder!» Luego de
su intervención, las dudas se aplacaron y los temerosos
cobraron valor, dándose el primer grito de independencia
y constituyendo la Asamblea que podría formar la Junta
de Gobierno de los patriotas. No obstante, meses después
algunos traicionaron y acusaron a Manuela que fue
capturada. Escapó de la prisión para regresar a Quito en
1813. Habiéndolo perdido todo, se recluyó en el convento
de Santa Clara, donde murió en 1814.
Manuela Sáenz (1797-1856) nació en Quito, Ecuador
y murió en Paita, Perú. Fue reconocida como una mujer
con gran valor y liderazgo que supo emplear en las lides
políticas de la independencia. Compañera sentimental del
líder continental Simón Bolívar, fue agitadora y defensora
de los derechos de la mujer en el marco de la emancipación.
Aún se recuerda su frase célebre: «Mi país es el continente
de América. He nacido bajo la línea del Ecuador».