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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
podía efectuar en persona. De ahí el recurso explícito de un
«informe de los corresponsales» de la mejor fuente.
Porque le hicieron falta los viajes propios, este texto
no ofrece la estructura de itinerario. Sin lugar a duda, para
Humboldt, la América Central formaba parte de aquel El
Dorado de la ciencia que representaban para él el conjunto
de los trópicos. Pero no había escalado los volcanes de El
Salvador, ni había visto ni medido en persona los lugares más
adecuados para la incisión del canal interoceánico, ni tampoco
había experimentado él mismo los grandes sitios de la cultura
Maya. Este hecho es importante a la hora de comprender el
ensayo en el contexto de la Ciencia Humboldtiana, basada
siempre en el trabajo de campo propio.
El ensayo publicado en la importante revista de
geografía Hertha se caracteriza por una manera de actuar
básicamente transreal. Humboldt contextualiza de forma
nueva las informaciones locales y regionales que recibió.
El intento de reconstruir y comprender de la manera más
precisa posible la disposición y la estructura de los grandes
volcanes de la América Central, se convierte en parte
elemental de los razonamientos vulcanológicos que colocan
a los fenómenos de este tipo, para empezar, en relación
continental y, en consecuencia, en relación global. Los
fenómenos climáticos o geobotánicos se colocan asimismo
de manera igualmente natural en una relación que conecta
a las más diversas regiones.
Pero, en Humboldt, esta manera de proceder no se
limita nunca al campo de la investigación de la naturaleza:
la geología, la climatología o la geobotánica. Pues, para
Humboldt, todos los fenómenos de la cultura se encuentran
también en una relación de interdependencia que abarca el
mundo entero. Una y otra vez insiste en el hecho de que
América Central, situada entre el norte y el sur del continente
doble, debe ser pronto puesta, de forma más intensa, en
relación con el archipiélago del Caribe (y así también con