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Cátedra de Coyuntura Internacional

queremos seguir y comprender, en todas sus dimensiones, 

el lugar móvil que ocupa el ser humano en el cosmos. 

Precisamente porque Alexander von Humboldt espoleó a 

las más variadas ciencias, fue que también dejó huellas 

inmensas, tanto en la historia de la ciencia como en muchos 

otros campos. De Alexander von Humboldt podemos 

aprender que saborear la aventura de saber, la aventura de 

la ciencia, no tiene por qué conducir al callejón sin salida de 

una ciencia aventurera.

Las visiones de Humboldt

Al día de hoy, Alexander von Humboldt sigue siendo, 

sin duda, el viajero investigador alemán más conocido. En 

sus viajes, que siempre fueron viajes de pequeños equipos 

de investigadores, no sólo atravesó en dirección norte-

sur los trópicos americanos y en dirección oeste-este las 

regiones no tropicales de Asia, sino que también produjo 

una imagen nueva, fundamentada empíricamente, de 

nuestro planeta. Desarrolló nuevos métodos y le dio nuevas 

bases epistemológicas al trabajo de campo: métodos que 

han contribuido a acuñar hasta hoy de forma determinante 

la transición de la recolección a la colección, del campo 

de investigación al museo. Lo literalmente a-prendido 

se combina en él con la experiencia de lo vivido, lo cual, 

como gran escritor, supo también transmitir a sus lectores 

en forma de conocimiento de lo experimentado. Como 

narrador, Humboldt sabía fascinar a su público.

En su ensayo «Sobre la situación más reciente de 

la República de Centro-América o Guatemala», Humboldt 

analizó una región por la que, en realidad, nunca había 

viajado, que sólo había tocado brevemente en forma 

tangencial, a diferencia de México o Cuba, de Venezuela, 

Ecuador o Perú. No es falsa su alusión a una visita propia 

a una parte de esta región, pero sí puede prestarse a 

confusión: tiene que ver con el establecimiento del principio 

empírico de la Ciencia Humboldtiana, que en este caso no