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Cátedra de Coyuntura Internacional
la dinámica de las relaciones mundiales, aunque sin perder
de vista los factores locales y regionales. Humboldt siempre
tuvo presentes ambas dimensiones, pero consideraba que
el futuro iba a ser global.
¿Y el científico, el viajero investigador, el erudito? El
mundo de la Ciencia Humboldtiana, que produjo durante
siete decenios, se desenvuelve entre la Encyclopédie
francesa, culminación de la Ilustración europea, y las teorías
de Charles Darwin, cuya obra principal, On the origin of
species by means of natural selection, apareció justamente
en el año de la muerte de Humboldt. Nada sería más
engañoso que derivar una oposición, una confrontación,
entre los dos investigadores: el joven Darwin admiraba a
Humboldt, llevaba consigo los escritos de este cuando viajó
en el Beagle y más adelante seguía designando al prusiano
como «a wonderful man, a multiple man».
Efectivamente, la ciencia producida por Alexander
von Humboldt fue una ciencia múltiple en campos que
van de la astronomía y la americanística antigua, pasando
por la geología y la historia, la geobotánica y la fitología,
y llegan hasta la física, la filología y la zoología, dentro
de un sistema científico que en aquel entonces se estaba
diferenciando velozmente. Humboldt no sólo supo trabajar,
y, a veces, fundar estos campos, sino también combinarlos
transdiscipliariamente, y en esto estriba la importancia
extraordinaria que tiene. Su hermano mayor, Wilhelm, ya
había observado perspicazmente que Alexander estaba
«hecho para unir ideas, descubrir la concatenación de cosas
que, sin él, habrían permanecido ocultas por generaciones».
El mismo hermano menor habló medio siglo después,
en su Kosmos, de un «tejido entrelazado como una red», lo
cual, en efecto, caracteriza al tejido mundial de su ciencia.
Si bien parece inextirpable el viejo dicho o, en realidad,
la habladuría, de que Humboldt fue «el último sabio