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Cátedra de Coyuntura Internacional

La poca información acerca del curso de estas 

actividades y sus posibles efectos, genera tensión e 

incrementa la desconfianza sobre los fines y reales alcances 

de estas iniciativas económicas. La presencia de técnicos de 

las instituciones y la realización de estudios en el terreno, 

sin que medie previa consulta o un aviso a las comunidades, 

ha desencadenado, en algunos casos, hechos de violencia. 

Esto implica que los espacios de consulta y diálogo local son 

débiles o inexistentes.

La demanda de reconocimiento por el Estado, a 

estas consultas, es uno de los principales reclamos de 

las comunidades indígenas respectivas. A nivel local, 

la presencia de las empresas refuerza esta falta de 

reconocimiento estatal, pues estimula la fractura social de 

quienes apoyan a la empresa –por los limitados beneficios 

ofrecidos o entregados– frente a quienes se oponen, 

mediante la consulta, a los proyectos. Ello incluso cuando 

las autoridades locales, como ocurrió en San Mateo Ixtatán, 

Huehuetenango, optan por respetar los resultados de la 

respectiva Consulta de Buena Fe. En ese caso, el alcalde 

enfrenta un antejuicio interpuesto por aquellos comunitarios 

que apoyan el proyecto del Pajom II, pues se le acusa de 

estar en contra de la empresa y del desarrollo local. 

En ese municipio, al igual que ocurrió en Jocotán, la 

tensión entre comunidad y proyecto se tornó violenta. Hay 

20 órdenes de captura en el municipio contra personas 

que se oponen a la hidroeléctrica. Sólo en Pojom, hay 

siete órdenes de captura contra dirigentes comunitarios, 

a quienes se intenta vincular con por los incidentes del 

5 de mayo 2014, cuando se incendió la maquinaria de la 

Hidroeléctrica San Luis. Según el alcalde, las personas que 

se expresan a favor de la empresa ni siquiera viven cerca 

del río. 

El Estado es visto por algunas comunidades, las 

organizaciones campesinas y ambientalistas, como un