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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

consultas deben realizarse –por parte de los Estados– a 

través de procedimientos culturalmente adecuados, es 

decir, en conformidad con sus propias tradiciones (caso 

pueblo indígena Kichwa de Sarayaku vs. Ecuador, sentencia 

de 27 de junio de 2012).

Tanto el Convenio 169 como la Declaración de los 

Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de las 

Naciones y la jurisprudencia de la CIDH establecen las 

principales características de las consultas. Lo anterior 

implica, respecto a lo establecido en el artículo 6.1.a 

Convenio 169 de la OIT y con apego al principio pacta sunt 

servanda, que el Estado de Guatemala –en tanto signatario 

ratificado de tal convenio- está obligado a cumplir con este 

derecho de buena fe, sin poder invocar las disposiciones de 

su derecho interno como justificación del incumplimiento 

(Convención de Viena sobre tratados internacionales, 

artículos 26 y 27), como también lo ratifica y mandata el 

artículo 46 constitucional. 

Guatemala se caracteriza sociológicamente como un 

país multiétnico, pluricultural y multilingüe, dentro 

de la unidad del Estado y la indivisibilidad de su 

territorio, por lo que al suscribir, aprobar y ratificar 

el Convenio −169 de la OIT− sobre esa materia, 

desarrolla aspectos complementarios dentro de su 

ordenamiento jurídico interno y que en forma global 

no contradicen ningún precepto constitucional… las 

normas del mismo que reconocen derechos comunes 

a todos los habitantes no contradicen la Constitución 

(Corte de Constitucionalidad, 1995, expediente 

 

199-95, Opinión Consultiva sobre la constitucionalidad 

del Convenio 169 de la OIT, numeral VIII, p. 6).

Ecuador, sentencia de 27 de junio de 2012; sentencia del 12 de agosto de 

2008 sobre el caso pueblo Sarmako vs Surinam.