65

Cátedra de Coyuntura Internacional

La península coreana quedaba dividida bajo dos regímenes 

opuestos y se comenzaron a erigir dos sistemas políticos 

que paulatinamente aumentarían su confrontación al paso 

de los años.

Es importante enfatizar que la actual política exterior 

de Corea del Norte y la situación actual de amenazas a 

Estados Unidos, tienen antecedentes directos en la creación 

del Paralelo 38 y la división de la península coreana, acciones 

que fueron encabezadas por el gobierno de EE. UU., y de 

la U.R.S.S., y que nos recuerdan el carácter transitorio y a 

veces contradictorio de la evolución de relaciones centro-

periferia y esquemas de dependencia cambiante.

Kim (2017) señala en ese sentido que la imagen 

belicista de EE. UU., vino sobre todo después de la guerra 

de Corea, la imagen negativa de los Estados Unidos, que se 

extendió por toda Corea del Norte desde los primeros años 

de la Guerra Fría, no era más que un estigma desconcertante 

que carecía de argumentos fundamentados. Sin embargo, 

las experiencias de la guerra de Corea actualizaron la 

imagen de los Estados Unidos como un «belicista» en los 

corazones del pueblo norcoreano.

En ese contexto, el sucesor de Kim II-sung, 

 

Kim Jong-II, adoptó la doctrina Military First, otorgando 

mayor influencia a las fuerzas armadas de su país y 

estableciendo, presumiblemente un esfuerzo por fortalecer 

la lealtad a su régimen (Jackson, 2017).

Corea del Norte desarrolló un nacionalismo fuerte 

«militarismo coercitivo» cómo política diseñada por 

 

Kim Il-Sung y su hijo Kim Jong-II. La política exterior es 

resultante de la desaparición de la U.R.S.S., y el bloque 

socialista, una situación de precariedad interna, lucha por 

poder político y un contexto internacional de sanciones 

externas (Hong y Cho, 2017).

También es importante considerar que la rebelión 

de Corea del Norte se ha hecho a expensas de su propia 

seguridad física e intereses económicos, se ponen en peligro 

las alianzas clave con otros países y se mantiene una postura 

agresiva contra sus adversarios (Bolton, 2017, p. 4).