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Cátedra de Coyuntura Internacional
Para la Unión Europea una de sus prioridades en la
Comisión Juncker es convertirse en un actor más potente
en el escenario mundial. Por lo que debe hacer frente a
situaciones de seguridad estructural, esto es la seguridad de
su entorno más cercano: Ucrania, Oriente Medio, norte de
África, entre otros. Requiere implementar mecanismos más
eficaces que permitan acontecimientos y determinar con
rapidez respuestas comunes. En este sentido se tendrá que
trabajar más en materia de seguridad y defensa, así como
el desarrollo de capacidades de defensa integradas, más
allá del «poder suave» que desarrolla. La visión de Trump
en materia de seguridad transatlántica, puede convertirse
en el detonador, sin habérselo propuesto. La seguridad y
defensa se plantea ahora, como una necesidad más allá de
la tradicional política de comercio y cooperación.
Un tercer punto que enfrentan las propuestas de
política exterior entre Estados Unidos y la Unión Europea,
se refieren a la lucha contra el cambio climático. Durante
la administración del expresidente Barack Obama, se
habían dado pasos significativos en pro de la lucha contra el
calentamiento global y el cambio climático. La Unión Europea,
fiel a sus valores y principios, ha pugnado por combatir el
calentamiento global junto con sus socios. La consolidación
y posterior firma del Acuerdo de París por 195 países en el
2015 (entre ellos Estados Unidos) tiene mucho del trabajo de
la Unión Europea como promotor de dicha iniciativa mundial
(reafirmando su condición de rulemaker mundial).
Durante su campaña, Trump había señalado –con
tintes electorales– que el cambio climático es un invento de
los chinos, para afectar las exportaciones de manufacturas
estadounidenses. Nuevamente enarbolando la bandera
del «America First», Trump, el primero de junio de 2017,
tomó la decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo
de París sobre cambio climático, revirtiendo la política
medioambiental de su antecesor Obama, y echando un
jarro de agua fría al mundo. Las principales razones de
Trump fueron, la reactivación de la industria del petróleo
y el carbón (altamente contaminantes), y la generación de
empleos en su país. Para Trump, el Acuerdo de París es:
«una redistribución masiva de la riqueza estadounidense a