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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Sin embargo, ha llegado el momento para que Europa asuma 

mayor responsabilidad con respecto a su propia seguridad. 

Europa ha dependido tanto de la protección de Estados Unidos 

desde el inicio de la Guerra Fría que carece de una cultura de 

pensamiento estratégico independiente. La impaciencia de 

Estados Unidos con respecto a los bajos gastos de defensa de 

Europa es completamente justificable. El gasto total en 2015 

correspondió a 85.5 por ciento de los niveles antes de la crisis 

en 2007 (Financial Times, 2017, párr. 6).

En la presidencia, Trump suavizó los términos 

utilizados hacia la seguridad transatlántica, al asistir a la 

primera reunión cumbre de la OTAN en 2017 señalando: 

«Dije que la OTAN era obsoleta. No es tan obsoleta». 

En clara señal de retractación de sus comentarios en la 

campaña presidencial. En dicha cumbre, Trump reafirmó su 

compromiso con la organización y la definió como «baluarte 

de paz y seguridad», tal parece que el pragmatismo de la 

geopolítica se ha impuesto a los reproches de la campaña 

política. Pero lo que la mayoría de los socios europeos 

querían escuchar de Trump, tenía que ver con reafirmar 

el compromiso del artículo 5 de la OTAN (sobre la defensa 

colectiva) cosa que no sucedió de forma expresa. Pero lo 

que sí reafirmó Trump, fue el señalamiento a la mayoría de 

miembros, de no invertir lo suficiente en sus presupuestos 

de defensa (BBC, 2017, párr. 1).

La propuesta y visión de Trump sobre la seguridad 

transatlántica y la OTAN, han propiciado un debate interno 

en la Unión Europea y los estados miembros. Europa se 

tiene que hacer cargo de su propia seguridad. Lo anterior 

ya se empezaba a prever en el Tratado de Lisboa de 2009 

y lo viene a reforzar la Estrategia Global de Seguridad de 

2016, en donde se plantea el desarrollo de la Cooperación 

Estructurada Permanente (CEP), la que pueda llevar a una 

defensa colectiva de los Estados de la Unión Europea que 

decidan participar. Pero si bien es claro que la Unión Europea 

está lejos de poder asegurar su propia seguridad en este 

momento, se tendrá que pensar en el mediano plazo y la 

propuesta de Trump en este sentido, se convierte en un 

acicate para su desarrollo futuro.