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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Además del tema militar, y sobre todo a partir del fin
de la Guerra Fría, la relación transatlántica se enfoca más
hacia temas económicos y comerciales, debido al auge del
proceso de globalización y la emergencia económica de las
regiones de Asia-Pacífico y América Latina. Es un hecho que
ambas partes del Atlántico comparten valores comunes y
estrechas relaciones políticas, pero esto no ha servido del
todo para consolidar la misma relación.
Resulta sugestivo para el análisis, la propuesta
Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTPI,
por sus siglas en inglés), que vendría a establecer un área
transatlántica de libre comercio y servicios más grande
del mundo
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, todo lo anterior hace reflexionar sobre los
posibles escenarios que surgirían en las relaciones que
tiene la Unión Europea y Estados Unidos de América, ante
la administración del presidente Trump.
Para el desarrollo del presente trabajo, se parte de
la pregunta: ¿cuál será el impacto de la administración del
presidente Trump en la relación transatlántica? Para lo cual
se exploran las bases de la asociación transatlántica, para
enseguida examinar las principales directrices de la política
exterior de Trump hacia Europa, así como las propuestas
de la Unión Europea con relación a los Estados Unidos, y
finalmente tratar de deducir el estatus actual de la relación
transatlántica e identificar los posibles escenarios e impactos
que se pudieran derivar, para la región y el mundo.
1. Bases de la relación transatlántica
Para comprender qué es la relación transatlántica se
tiene que entender su significado. Costa y Aguiar (2002)
señalan al respecto: El término «relaciones transatlánticas»
es un término amplísimo. Incluye las relaciones entre
ambas orillas del Atlántico en todas sus variantes: entre
Estados, en la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) y entre los Estados Unidos y la Unión Europea.
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Ambas zonas representan el 10 % de la población, 31 % del comercio y 53
% del PIB mundial. Dicho acuerdo puede significar un aumento del PIB del
0,5 % para la Unión Europea y de 0,4 % para Estados Unidos. Fuente: World
Factbook de la CIA, 2016.