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Cátedra de Coyuntura Internacional

 Lo anterior nos llevó a preguntarnos –implícitamente–  

acerca de si entonces se impone un cambio revolucionario 

–como postula la ortodoxia de la teoría política marxista– 

o más bien lo que se requiere es de una reforma del 

capitalismo, que en la actualidad es el sistema hegemónico 

a escala mundial. Dado que la experiencia de los países que 

formaron parte del bloque comunista es negativa – tanto en 

la esfera política por haber tenido que vivir bajo regímenes 

no democráticos y autoritarios, como en la esfera económica 

por el fracaso que supuso la planificación centralizada de la 

economía así como la supresión del libre mercado – nuestra 

posición es que la revolución debe descartarse y lo que 

se requiere es de la profundización o radicalización de la 

democracia, apoyándose en los movimientos sociales y –

como sugiere  Boaventura de Sousa Santos– en la puesta 

en marcha de lo que él llama una globalización contra 

hegemónica, aunque de acuerdo con las circunstancias y 

contexto local de cada país, ideas con las cuales básicamente 

estamos de acuerdo.

En cuanto a la cuestión acerca de las modalidades 

que pueden darse en la reforma del capitalismo, este tema 

nos condujo a exponer los puntos de vista del ex ministro 

griego de finanzas Yanis Varoufakis, quien sostiene que 

es indispensable el establecimiento de un mecanismo 

global de reciclaje de excedentes (MGRE), para salir de 

la crisis financiera iniciada en el 2008 por Wall Street, 

posteriormente contagiada a Europa y que todavía la sufren 

gravemente; especialmente países periféricos cómo Grecia, 

España, Portugal o Irlanda. Pero dicho mecanismo no ha 

sido instaurado hasta ahora ni en el horizonte se vislumbran 

posibilidades que se pueda establecer sobre todo después de 

la salida del Reino Unido de la UE y, menos aún después de la 

llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Otro autor consultado acerca del problema de la reforma 

del capitalismo es el francés Thomas Piketty, para quien el 

problema fundamental del sistema radica en la tendencia 

a la concentración exagerada de las ganancias del capital 

por encima de las tasas de crecimiento y al incremento 

excesivo de la desigualdad en la distribución de la riqueza a