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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

El comercio mundial está en niveles históricamente 

bajos, comparables a la época de la Segunda Guerra 

Mundial. Como resaltara el analista Binyamin Appelbaum 

del New York Times, en el primer trimestre de 2016 el 

volumen del comercio mundial se mantuvo casi estático 

y cayó un 0,8 % en el segundo trimestre del año 

 

(New York Times, 2016).

Tomando el caso únicamente de Estados Unidos, 

se puede ver que el comercio total de esta nación con el 

mundo, se redujo en US$ 200 mil millones en 2015 y en 

otros US$ 470 mil millones en los primeros meses del 2016. 

Es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que el 

comercio cae en Estados Unidos en momentos en que la 

economía crece (Albertoni, ibid, 2016).

Otro ejemplo específico del cambio de época, es 

la histórica baja del comercio marítimo que registra el 

menor crecimiento desde 2009 (post-crisis internacional), 

y su futuro sigue siendo incierto. Un reciente estudio de 

la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y 

Desarrollo (UNCTAD) muestra que en 2015 el comercio 

marítimo solo creció un 2 %, con respeto al año anterior. 

Vale recordar, por ejemplo, que entre los años 2006 y 2007 

el crecimiento fue de 4,4 % (UNCTAD, 2016). 

Finalmente, un dato que resume todo lo anterior es 

que el 2016 pasó a ser el quinto año consecutivo en que 

el comercio internacional creció a la misma tasa que el PIB 

mundial, tal como lo resaltó un informe de la OMC donde se 

esperaba que el volumen del comercio mundial de mercancías 

creciera un 2,8 % en 2016, sin variaciones respecto al 

2015, al tiempo que el PIB disminuyera en las economías 

desarrolladas y repuntaban en las economías en desarrollo. 

El mismo informe sugería que el crecimiento del comercio 

debería aumentar al 3,6 % en 2017, todavía por debajo del 

promedio del 5,0 % desde 1990; indicando que era necesario 

revisar a la baja esas previsiones, en particular ante el riesgo 

de que la desaceleración de las economías emergentes y la 

volatilidad financiera continuaran (WTO, 2016b).