148
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Aunque Holloway carece de una propuesta alternativa
al capitalismo, como hasta cierto punto lo hace Howard
Richards con su tesis acerca de la «economía social
solidaria» en el ámbito micro económico, las simpatías que
tiene por el movimiento zapatista y el hecho de ser profesor
de la Universidad de Puebla le han llevado a presentar
algunas ideas acerca de lo que él entiende por «cambiar el
mundo sin tomar el poder». Por ejemplo, en una entrevista
de la revista Herramienta ante la pregunta sobre cuales
consideraba él que eran los caminos de ruptura con el
capitalismo respondió lo siguiente:
Realmente, la cuestión de la ruptura es central, queremos
romper con la lógica del capitalismo. Y queremos hacerlo
de miles de formas diferentes. Vamos a crear espacios
donde no vamos a reproducir la lógica del capital, donde
vamos a hacer otra cosa, tener otros tipos de relaciones,
desarrollar actividades que tengan sentido para nosotros.
Entonces, el problema de la cuestión de la revolución, en
lugar de ser cómo tomamos el poder, es: ¿cómo rompemos
con la lógica del capital? Para mí, el ejemplo más obvio
es el de los zapatistas. A partir del momento en que se
cruza hacia adentro de su territorio hay una señalización
que dice «aquí el pueblo manda y el gobierno obedece».
Se trata de la creación de un espacio con otra lógica.
Pero si comenzamos a pensar en eso, vemos que no son
solamente los zapatistas, son también radios comunitarias,
centros sociales, comunidades o municipios autónomos,
en fin, una serie de rupturas que no son necesariamente
territoriales, pueden también referirse a una actividad,
como las protestas estudiantiles contra la introducción
de la lógica del mercado en la educación. O puede darse
también en la relación entre marido y mujer, o con los hijos,
tratar el amor como una tentativa de crear una relación en
la que no se acepta la lógica capitalista de la ganancia y
la mercancía. La única forma de pensar la revolución es
en términos de esos espacios o momentos que se pueden
concebir como grietas en el tejido social de la dominación
capitalista. La única forma de pensar en la revolución es en
términos de creación, multiplicación y expansión de esas
grietas, porque ellas se mueven, son dinámicas. Y esta
respuesta es también una pregunta, porque hay muchos
problemas a resolver (Revista Digital Herramienta).