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Cátedra de Coyuntura Internacional
plano económico como en el político (por la ausencia de
democracia), las virtudes que ese tipo de régimen pudo tener
en el plano social (dar satisfacción a los derechos económicos
y sociales –salud, educación, vivienda– de la mayoría de
sus ciudadanos) no pudieron compensar sus desventajas
en el terreno económico y político. Desaparecidos los
regímenes comunistas no quedaba otra que mirar a los
resultados obtenidos por las socialdemocracias europeas,
las cuales, si bien lograron la construcción de los llamados
«estados de bienestar» (welfare states), proporcionaron
satisfacción a las clases asalariadas y medias en lo relativo
a sus derechos económicos y sociales, con la ventaja que
tanto en el plano económico como en el político, el sistema
funcionó en forma relativamente adecuadamente (por lo
menos hasta la crisis del 2008). Sin embargo, el hecho que
los partidos socialistas se dejaran embarcar en las políticas
neoliberales de desmantelamiento del welfare dio lugar a la
«gran desilusión» –como la llama Stiglitz– de los sectores
asalariados con la socialdemocracia y, en buena medida, al
incremento de agrupaciones políticas neo nacionalistas y
anti integracionistas.
Por otra parte, en América Latina la situación no
parece mejor. Para comenzar, y con excepción de Cuba
que por ubicarse dentro de los países que heredaron de la
Guerra Fría el modelo llamado de «socialismo real» merece
consideraciones aparte, ningún partido de izquierda ha
planteado programas de gobierno que pueden considerarse
como alternativas al capitalismo y por ende, todos pueden ser
considerados reformistas. Hecha esta observación se puede
decir que en Chile la alianza de partidos de izquierda obtuvo
impresionantes logros en la disminución de la pobreza,
desde la reinstauración de la democracia representativa a
principios de la década de los 90. En términos generales
el sistema político funciona bastante bien, por tanto la
izquierda tuvo que ceder el gobierno de nuevo al presidente
de centro-derecha Sebastián Piñera. En Argentina, Kirchner
fue derrotada en las elecciones y Macri ha retornado a las
políticas neoliberales con los resultados críticos de su nueva
dependencia del FMI. El autoritarismo (debido a la falta de
convicciones democráticas auténticas de sus dirigentes),