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Cátedra de Coyuntura Internacional
Mundial) y –por supuesto–, Washington se encargaría de
controlarlas a través de una moneda (el dólar) con un tipo
de cambio fijo (35 dólares por onza de oro) así como de
un mecanismo global de reciclaje de excedentes (MGRE),
para impedir la acumulación de excedentes sistemáticos
en algunos países y de déficits persistentes en otros. Sin
embargo, las propuestas de Keynes fueron descartadas –
dice Varoufakis–, lo que en realidad interesó a EE.UU de su
plan fue la posibilidad de convertir al dólar en la moneda
mundial y de convertirse en exportadores de bienes y
capital a Europa y Japón devastados por la guerra.
Tanto el plan Marshall como la guerra de Corea en los
años 50, fueron decisivos para la recuperación económica
europea y del Japón. Varoufakis nos recuerda que la
Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA) entre
Francia y Alemania, fue el punto de partida del mercado
común europeo y del proceso de integración, que condujo al
establecimiento de la actual Unión Europea iniciada gracias
a las políticas de Washington. Cabe destacar como subraya
Varoufakis «Nunca antes en la historia un vencedor había
apoyado a sociedades derrotadas por él poco antes para
aumentar su propio poder a largo plazo, convirtiéndolas en
el proceso en gigantes económicos» (ibid., p. 114), dando
lugar a la edad de oro del capitalismo.
¿Qué pasó entonces? ¿Por qué el capitalismo mundial
estuvo a punto de derrumbarse durante la crisis iniciada
por Wall Street en el 2008? ¿Es irreformable el capitalismo?
Para Varoufakis la respuesta reside en la negativa de
los barones de Wall Street a establecer el MGRE que Keynes
propuso. La ausencia de dicho mecanismo global de reciclaje
de excedentes –aunque en la práctica, principalmente eso
fue lo que funcionó durante la edad de oro en beneficio de
Alemania y Japón– facilitó la crisis de los años 70 provocada
fundamentalmente por los grandes déficits acumulados por
el tesoro norteamericano, debido a la guerra de Vietnam,
que obligó a la administración republicana de Richard
Nixon a abandonar la convertibilidad del dólar en oro y
llevó al desmoronamiento del plan global, como había sido
concebido por Keynes en la reunión de Bretton Woods.