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Cátedra de Coyuntura Internacional

los sectores populares ven decrecer su capacidad adquisitiva, 

se encuentran en paro o sufren de los recortes salariales y 

de la reducción de su nivel y calidad de vida.

En cuanto a los sectores populares de los países 

en vías de desarrollo, a pesar de que en algunos de ellos 

hubo reducciones considerables en los índices de pobreza 

corresponden con alzas en el gasto social y en las políticas 

redistributivas también se puede afirmar que en términos 

generales no puede decirse que los países que antes fueran 

conocido, como el «tercer mundo» hayan transformado sus 

economías al punto de convertirse en lo que se conoce bajo el 

término «países desarrollados»,  lo cual nos permite  afirmar 

que el problema del cumplimiento efectivo de las obligaciones 

del Estado en materia económico-social (y cultural) sigue 

siendo tarea pendiente en todas partes del mundo.

Aunque es evidente la complejidad del problema y de 

la generalización/simplificación en la que hemos incurrido en 

los párrafos anteriores, en aras de la brevedad y necesidad de 

hilvanar adecuadamente nuestras ideas, es perfectamente 

factible indicar que la acción afirmativa del Estado, debe 

cumplir en el terreno económico-social (principalmente en 

los campos del trabajo, educación y salud) se ve confrontada 

de manera creciente con la animadversión y las políticas de 

rechazo y oposición intransigente que ponen en marcha las 

élites empresariales y del poder financiero y económico. 

En Estados Unidos el presidente Donald Trump se propone 

desmantelar el programa de atención médica –conocido 

como «Obamacare»– que el presidente saliente logró poner 

en marcha, ante la vergonzosa situación de cerca de 50 

millones de ciudadanos que carentes de seguro médico 

en el país más rico y poderoso del mundo; ha ordenado 

considerables recortes en los programas sociales en 

general. En la Unión Europea los trabajadores de los países 

«periféricos» (griegos, portugueses, españoles, irlandeses, 

italianos) se ven cada día más afectados por las políticas 

de austeridad y por la absoluta insensibilidad social de las 

élites de los países más ricos como Alemania y Francia. Los 

trabajadores de otros países igualmente afectados o votan 

por salir de la Unión (el caso del Brexit)  o votan  en números 

crecientes por una derecha populista y nacionalista, como