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Cátedra de Coyuntura Internacional

aceptando esta «solución». La oposición árabe a la 

partición fue frontal y violenta: 300 delegados de Palestina 

y los otros países, reunidos en Bludan (Siria), evocaron la 

posibilidad de recurrir a la ayuda alemana, y esto hizo que 

los británicos recapacitaran y, a iniciativa del primer ministro 

Chamberlain, se convocara una Conferencia en Londres 

en febrero de 1939 que, aunque contó con representantes 

judíos, palestinos e incluso de los Estados árabes vecinos, 

no produjo acercamiento alguno. Un nuevo Libro Blanco 

(1939) se centró en la preparación de Palestina para la 

independencia, que era –junto con la creación del Hogar 

Judío–, la justificación principal del mandato: ahora Gran 

Bretaña optaba por la creación de un Estado judeo-árabe y 

dejaba de lado el Hogar Judío, y esto fue motivo de rechazo 

tanto por los sionistas, que de nuevo acusaron a Londres de 

incumplimiento del mandato, por los árabes, que aceptaban 

la idea de una Palestina indivisa, sí, pero según el lema «Una 

palestina independiente en el seno de la Federación Árabe» 

(Kayyali, 1985, p. 259). Los resultados de este impasse y 

como muestra del interés que los judíos norteamericanos 

iban adquiriendo por los judíos de Palestina, se reunió en 

Nueva York un masivo congreso sionista (marzo de 1942) 

que, con la presencia tanto de Weizmann como del nuevo 

líder de la Agencia Judía, Ben Gurión, elaboró un texto 

conocido como Programa de Biltmore (nombre del hotel 

en que se celebró), dirigido a la potencia mandataria y que 

básicamente establecía: (1) la apertura total a la emigración 

judía, (2) la entrega a la Agencia Judía del control de esta 

inmigración y del desarrollo del país, y (3) «hacer de Palestina 

un Estado judío», integrado en las estructuras democráticas 

del mundo que resurgiría de la guerra.  

Los primeros años de la década de 1940, y sin duda 

a causa del Libro Blanco de 1939, son en Palestina de 

una extraordinaria violencia, destacando la acción de los 

grupos terroristas judíos que golpearon especialmente a los 

palestinos en el periodo 1945-46 y a las fuerzas británicas 

en 1946-48. Los grupos Irgún y Stern, que habían sido 

creados en la década de 1930, marcaron verdaderos hitos 

de violencia y crueldad en los años finales del mandato,