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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
solemne Tratado de Versalles (28 de junio de 1919) entre
las potencias vencedoras y Alemania. Dejó pendiente la
celebración de un conjunto de tratados particulares entre
los vencedores y los otros vencidos
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. En esa Conferencia
de Paz, la exigua delegación árabe estaba constituida por
Faisal y cuatro asistentes: tres árabes y T. E. Lawrence,
el amigo personal que le había acompañado en el avance
de sus tropas en Arabia y Siria durante la guerra. Ya en
esos días pudieron comprobar la fuerza con que las tesis
sionistas habían conquistado a todos los aliados, incluidos
los Estados Unidos y el propio presidente Wilson. Unas
presiones en las que participaban los políticos británicos
y que se hicieron persistentes sobre el propio Faisal. Del
encuentro que tuvo con Weizmann en Londres días antes de
que comenzara la Conferencia de París, se desprendió un
acuerdo aparentemente muy favorable a las tesis sionistas
ya que, entre otras cosas, garantizaba «plenamente
la ejecución de la Declaración Balfour» y el proceso
de «inmigración en gran escala de judíos a Palestina» a
cambio de la ayuda económica de la Organización Sionista
para desarrollar el Estado árabe. Pero este tratado se
acompañaba de una cláusula resolutoria que lo dejaba sin
efecto en el caso de que el Gobierno inglés no cumpliera
los contenidos del informe presentado en esos mimos
días en nombre de su padre Hussein, y que en esencia
consistía en exigir el cumplimiento de los acuerdos con
McMahon de 1916 (Alem, 1970, pp. 113-116). Pero no
solo no hubo lugar para los famosos «papeles», sino que
las organizaciones nacionalistas sirias, constituidas de
musulmanes, cristianos, judíos y agrupados en el Consejo
Nacional Sirio se reunieron en Damasco en julio de 1919
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El tratado relativo al Imperio Turco se celebró en Sèvres (Francia) durante
marzo de 1920 pero no tuvo resultados prácticos a consecuencia de la
revolución nacionalista de Kemal Ataturk iniciada ese mismo año y debido a
que no fue ratificado. Extremadamente duro con Turquía, este tratado reducía
su imperio desde sus 1 600 000 km
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hasta unos 450 000 km
2
, perdiendo,
a más de todo el Oriente Próximo, numerosos territorios propiamente
turcos en favor de Grecia, Francia, Italia y Armenia. Las decisiones tomadas
(impuestas) en Sèvres tuvieron que ser modificadas sensiblemente por el
Tratado de Lausana (24 de julio de 1923), sobre todo en lo referente a los
territorios turcos del continente europeo y de la costa de Anatolia.