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Cátedra de Coyuntura Internacional
The picture I have painted of what is likely to happen
if China continues to rise is not a pretty one. Indeed,
it is downright depressing. I wish I could tell a more
hopeful story about the prospects for peace in Asia.
But the fact is that international politics is a dangerous
business, and no amount of goodwill can ameliorate
the intense security competition that sets in when
an aspiring hegemon comes on the scene in either
Europe or Asia. And there is a good reason to think
China will eventually pursue regional hegemony. It is
worth noting, however, that although social science
theories are essential for helping us make sense of
the remarkably complicated world around us, they
are rather crude instruments. The ability of even
our best theories to explain the past and predict the
future is limited. This means every theory confronts
cases that contradict its main predictions. Given
the grim picture I paint, let us hope that if China
becomes especially powerful, the actual results of
that development will contradict my theory and prove
my predictions wrong (Mearsheimer, 2014, p. 410).
A veces una intuición de largo alcance histórico
permite visualizar el futuro. Nicolás Spykman, el geopolítico
holandés refugiado en Estados Unidos que ya hemos
mencionado predijo en 1943 (dos años antes del fin de la
guerra, es decir, cuando Estados Unidos todavía combatía al
Japón en Asia siendo China todavía aliada de las potencias
occidentales) que el adversario de los Estados Unidos en el
largo plazo sería China, no el Japón.
Sin embargo, una cosa es tener una gran intuición
prospectiva y otra, muy distinta, hacer predicciones
en ciencias sociales. A lo más se pueden construir
escenarios basados en probabilidades. Creemos haber
presentado ejemplos basados en la teoría contemporánea
de las relaciones internacionales (el realismo clásico de
Kissinger, la geopolítica de Lacoste, el constructivismo
de Wendt, la «culturología» del académico chino Xintian,
la interdependencia compleja de Keohane y Nye) para
refutar al profesor de Chicago, desarrollando argumentos
que, dada la escasa habilidad de las mejores teorías para
explicar el pasado y predecir el futuro como él mismo