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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

de construcción de una cultura de legalidad ciudadana. 

O’Donnell había apuntado las diferentes zonas que retratan 

los niveles de consolidación y la primacía de esa otra 

institucionalización que no es formal pero se mantiene, 

precisamente, porque funciona. El vicio del carril auxiliar, 

del carril paralelo, de la salida para-sistémica o como 

se la quiera llamar refiere directamente a la idea de no 

otorgarle la legitimidad al ámbito de dominación racional-

legal estatal. El proceso de la toma de decisiones apuntará 

precisamente a «razones personales» las cuales justifican 

entre, otras muchas cosas, la acción corrupta.  

Nótese la forma como se utilizan en este contexto 

las clásicas nociones de estabilidad y gobernabilidad.  He 

aquí el meollo de nuestra charla. Las semi-democracias 

latinoamericanas (salvando honrosas excepciones) no 

pueden dejar de reconocer que los pactos mafia-Estado 

son un elemento que consolida la estabilidad del sistema al 

evitar la generación de violencia. Al mismo tiempo, cuando 

los actores políticamente relevantes legitiman este ethos 

mafioso, el proceso de construcción de la gobernabilidad se 

encuentra desde ya viciado. Por ello es que con total claridad 

observamos una clase política permanente vinculada a la 

práctica del desvío de fondos, abultamiento del proceso de 

concesión de obras o la institucionalización del contrabando. 

Ni qué decir de los sectores privados al constituirse en el 

ente corruptor para así mantener su rol cual rent-seekers. 

Así las cosas, la relación entre los procesos democráticos no 

consolidados y el aparecimiento de las narco-democracias 

no pueden sino entenderse como naturalmente lógicos, 

esperados y casi predecibles. ¿Qué se puede esperar? 

 

¿Cuáles son los horizontes?

La construcción de estos modelos «híbridos» 

(utilizando la tipología de O’Donnell) puede desembocar 

en modelos en donde a pesar de los vicios personalistas-

autoritarios, el régimen presidencial sea capaz de producir 

outputs efectivos de política pública (con escasos niveles 

de transparencia) apelando de nuevo a la frase de Nohlen: