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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
regresar a la lira italiana o una reforma radical a la moneda
común. En efecto, después del resultado del Brexit, una
encuesta fue realizada preguntando sobre si era deseable o
no un referéndum consultivo sobre la permanencia de Italia
en la Unión Europea. Casi el 45 % de los italianos dijeron
que «Sí» a la encuesta (Express, 2016a). En otra encuesta
realizada por la Comisión Europea, solo el 40 % de los
italianos dijeron que permanecer en la Unión Europea era
bueno para Italia (Express, 2016b).
Y aunque el Brexit todavía no se concreta, parece
que la Unión Europea ahora existe no para consolidarse,
sino para sobrevivir las crisis, una después de la otra.
Una solución a la crisis italiana parece no tener una salida
en el corto plazo. La alta deuda pública, el alto nivel de
desempleo y la crisis bancaria han sido il pane quotidiano
para los italianos. La victoria del «no» agravó la crisis política
y económica, y la amenaza de una inminente bancarrota
italiana sigue en vigente.
Al parecer, el problema de fondo que le puede
costar a Italia su permanencia en la zona euro y en la
Unión Europea no es solo el default económico, sino años
y años de malos préstamos y complejos esquemas para
tratar de aliviar la deuda. La banca italiana ya estaba en
grandes problemas y el referéndum era solo el paño que
intentaba cubrir la herida. En consideración de cómo están
las cosas de confusas es realmente difícil distinguir lo que
es verdad o lo que es mentira de la crisis. Si algo es cierto
de la manera de hacer política en Italia (y, a decir verdad,
en muchos otros lugares), es que un enorme número de
mentiras y verdades a medias son arrojadas al electorado
por el Gobierno, para acaparar votos. En el caso italiano,
una masiva campaña mediática fue utilizada para salvar al
gobierno de Renzi que, por los resultados del referéndum,
parece que la frustración hacia el proyecto europeo fue
mayor que las promesas de salvación.