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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Las consecuencias a largo plazo sobre el Brexit 

todavía es materia de debate en seminarios académicos del 

mundo. La separación de un Estado miembro de la Unión ha 

levantado mucha preocupación en todas las esferas políticas 

y económicas del mundo. Movimientos populistas en Europa 

han visto el Brexit como una victoria, y otros referéndums 

nacionales están a la orden del día mientras las personas se 

preguntan cuál será el próximo Estado en salir de la Unión. 

El euroescepticismo crece aunque los líderes actuales piden 

calma a sus electores. Lo cierto es que, de haber más países 

que sigan al Reino Unido en su nueva «independencia», y 

si en efecto la separación trae consecuencias positivas a 

mediano y largo plazo, el proyecto europeo se verá cada día 

más cerca de su fin.

El «Italexit» y la crisis bancaria

De todos los países europeos que sufren del 

síndrome del Exit, Italia probablemente es la que tenga 

mayor número de suscritos. Horas después del resultado 

del Brexit, el líder del Partido de la Liga Norte (Lega Nord), 

Matteo Salvini, reiteró su postura de que era ya tiempo de 

que «Italia le diera voz a su gente» (Quotidiano, 2016). 

Los movimientos italianos de extrema derecha (o al mal 

dicho anti-establishment), desde la Liga Norte hasta las 

Cinco Estrellas (Cinque Stelle), han logrado colocar piezas 

claves en puestos importantes de la vida política de la 

península. Virgina Raggi, alcalde de Roma, ha sido una 

de las voces más beligerantes en hacer un referéndum de 

la naturaleza del Reino Unido: sacar a Italia del proyecto 

europeo.

Además del gran descontento en general del pueblo 

italiano a las directrices de la Unión, hay que sumarle la 

crisis del sector bancario que ha logrado dividir aún más al 

Gobierno italiano de las decisiones tomadas en Bruselas y 

Frankfurt. El Gobierno del ex primer ministro italiano, Matteo 

Renzi, propuso salvar a los bancos italianos, pero bajo las